Perú nuevamente se vuelve protagonista de un desastre natural. A tan solo unos días de haberse reportado una fuga de crudo en las costas de esta nación, el reporte de un nuevo derrame de petróleo en un ducto de la empresa Repsol pone en jaque a las autoridades ecológicas.
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El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), del Ministerio del Ambiente indicó, mediante un comunicado, haberse hecho saber sobre un siniestro este martes, cuando se realizaban trabajos previos al retiro del PLEM (Pipeline End Manifolds, el extremo del ducto), un equipo de colección y distribución submarina desde la refinería a los buques.
Hasta el momento las autoridades no han reportado la cantidad de crudo vertido al mar por este siniestro.
Durante un vuelo de inspección para monitorear la zona afectada por el primer derrame, la Marina de Guerra del Perú comentó este miércoles en un comunicado haber observado una "mancha oleosa" en las inmediaciones del ducto de la refinería.
Al cuestionar a Repsol sobre este nuevo incidente, la empresa petrolera respondió que el petróleo "se había filtrado a pesar de haber realizado los trabajos para retirar el crudo, previamente a la ejecución de la inspección y reparación" del ducto.
El pasado 15 de enero, durante el proceso de descarga del buque "Mare Doricum", de bandera italiana y cargado con 965 mil barriles de crudo se produjo un oleaje anormal, a consecuencia del estallido del volcán submarino de Tonga.
Este movimiento produjo el derrame de 6 mil barriles de petróleo a los mares cercanos a la refinería La Pampilla de Repsol, en Ventanilla, 30 km al norte de Lima.
El Ministerio del Ambiente confirmó los daños del primer vertido, afectando a más de 180 hectáreas (equivalentes a unos 270 campos de futbol) en la franja de playas y 713 hectáreas de superficie en el mar.
El daño ecológico causado por este nuevo derrame de petróleo en ducto de Repsol se sumará a lo ya contabilizado por las organizaciones ambientales, quienes trabajan a contrareloj para salvar a todo animal afectado por la sustancia vertida en el mar.
Jesús García