Una mujer en Taiwan es condenada a pena capital por asesinato, luego de causar deliberadamente un incendio en un edificio donde murieron 46 personas en octubre del año pasado.
Justamente el 15 de octubre se presentó una llamarada en el sur de la ciudad de Kaohsiung, destruyendo varios departamentos de un edificio de 13 pisos antes de la llegada de los bomberos y su posterior control.
La mujer, de 51 años, fue investigada por sospecharse su participación en las causas del incendio donde resultaron muertas 46 personas, el peor saldo fatal en décadas en la isla, encontrándosele culpable y siendo detenida por los delitos de asesinato e incendio premeditado.
Según los reportes, el incendio comenzó cuando la fémina dejó en su sillón cenizas de incienso sin apagar en un sofá antes de salir del edificio.
La fiscalía del distrito de Kaohsiung indicó en un comunicado las intenciones premeditadas de la detenida, conocida por su apellido Huang, quien prendió fuego al edificio sabiendo de ante mano las consecuencias de esta acción.
Huang "tenía la intención de provocar un incendio para molestar a su compañero, lo que condujo a una gran catástrofe y a la muerte de muchos inocentes. No mostró ningún tipo de remordimiento y su actitud es mala; la fiscalía tiene la intención de solicitar la pena capital como advertencia", destacó la fiscalía del distrito de Kaohsiung en el comunicado.
Ante estas acusaciones, Huang admitió haber prendido sándalo para alejar a los mosquitos, sin embargo, luego de más indagaciones por parte de las autoridades, las discrepancias comenzaron a darse en sus declaraciones, concluyendo en un acto premeditado de la acusada.
Este viernes se dictó su sentencia, condenándola a la pena capital por los delitos de asesinato e incendio premeditado.
La mujer condenada a pena capital por causar un incendio en un edificio de Taiwan puso en manifiesto las deficiencias en la aplicación de las normas de seguridad en el país, además de las malas actitudes de una sociedad cada vez más vieja.
Jesús García