Un accidente minero en 1971 desataría el evento energético jamás registrado por el ser humano: un cráter de gas natural ardiente. Durante décadas esta abertura ha permanecido encendida sin ningún cambio, hasta ahora, cuándo el presidente de Turkmenistán ordenó cerrar "La puerta del infierno.
Este lugar, también denominado “Pozo de Darvaza”, se localiza en la mitad del gran desierto de Karakum, y se convirtió en una de las grandes atracciones de la exrepública soviética para el mundo. Sin embargo, el presidente de la nación, Gurbanguly Berdymujamedov indicó ser necesario extinguir el lugar pues “afecta negativamente el medio ambiente y la salud de la gente que vive en los alrededores”.
Ante esto, el mandatario Berdymujamedov dio instrucciones a sus colaboradores para encontrar una manera de apagar las continuas llamas salientes de este cráter, el cual ha estado encendido desde la década de los 70. El vice primer ministro turkmeno, Shahim Abdrahmanov, responsable de la industria energética, ordenó convocar a científicos y, de ser necesario, a especialistas extranjeros, para apagar las llamas.
¿Cómo se creó "La puerta del infierno"?
También conocido como “Pozo de Darvaza”, se formó en 1971 durante unas obras de prospección de gas hechas en la era soviética. El personal del lugar se encontró con una cueva subterránea llena de gas natural, la cual ponía en peligro a los trabajadores por su contenido. Con este conocimiento, el equipo minero decidió prenderle fuego sin medidas de contención para este acto.
El resultado fue un gran agujero el cual sigue prendido en llamas desde hace medio siglo.
En 2018, el presidente le puso oficialmente el nombre “Resplandor de Karakum” al lugar conocido por todos como "Puerta del infierno".
Sin duda, la disposición de cerrar "La puerta del infierno" en Turkmenistán habla de una preocupación palpable por el medio ambiente ante un horno accidental con energía para seguir prendido durante más siglos.
Jesús García