Momentos de tensión y alarma se vivieron durante una competencia de lucha cuando Kirill Tereshin, conocido como el "Popeye ruso" por el tamaño desproporcionado de sus bíceps, sufriera una lesión que casi le cuestan sus brazos al "explotar" en el octágono.
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El joven de 25 años se inscribió a un torneo de artes mixtas (MMA por sus siglas en ingles); durante la pelea y el intercambio de golpes, algunos fueron a parar a los músculos de sus brazos que, al ser aumentados artificialmente, reventaron después de soportar el embate de su contrincante.
En el video grabado por la asociación, se aprecia el momento en el que Kirill comienza a golpear a su rival, este responde y lanza uno que otro puñetazo hacia su bíceps izquierdo. Momentos después, el Popeye ruso se percata de su músculo dañado, el cual comienza a soltar líquido y sangre, deteniendo la pelea en el acto.
"Reventé mis músculos durante el combate; este es el final", reconoció Kirill Tereshin en su cuenta de Instagram.
Músculos hipertrofiados
Kirill Tereshin comenzó a ser mundialmente famoso por el tamaño descomunal de sus músculos aumentados artificialmente. Los métodos usados por el ruso son severamente peligrosos, inyectándose aceite en esta parte del cuerpo para "inflar" sus bíceps y mostrar un tamaño irreal.
La decisión de Tereshin casi le cuesta la vida. Al obtener lo deseado, unos brazos estilo "Popeye", desproporcionados a comparación de su propio cuerpo, la inyección del aceite comenzó a perjudicar sus m??sculos.
Fue llevado de urgencias al hospital al presentar una necrosis avanzada en esta zona, teniendo que retirar el músculo muerto y parte de su piel en el proceso.
"Fue una estupidez", afirmó posteriormente el ruso.
Actualmente sustituyó este agente por silicona para mantener la apariencia de sus músculos. En Instagram, sus más de 197 mil fans lo aprecian y siguen las ocurrencias de Tereshin, quien también se dedica a crear contenido variado.
Sin duda el "Popeye ruso" la pensará dos veces antes de entrar a una competencia de lucha si no quiere que sus brazos vayan a "explotar" en plena lucha.
Jesús GArcía