Maya, la hija del famoso pintor español Pablo Picasso, donó nueve obras del artista al Museo Picasso en París.
Se trata de la tercera cesión de pinturas del pintor desde la creación del museo con su nombre. Entre las obras destinadas se encuentra un retrato del abuelo de Maya, pintado en 1895, y Niño con piruleta sentado debajo de una silla, realizado poco después del Guernica, en 1938.
Otras pinturas donadas fueron:
- Don José Ruiz de 1895
- Estudio para una intérprete de mandolina hecha en 1932
- Niño con piruleta sentado debajo de una silla de 1938
- Retrato de Émilie Marguerite Walter (Mémé) de 1939
También fueron donadas esculturas como La Venus del gas de 1945, El Bobo, realizado en 1959, un cuaderno de dibujos sobre el cuadro Almuerzo sobre la Hierba, de Edouard Manet en 1863, además de Cabeza de hombre de 1971, y una excepcional estatuilla Tiki de las Islas Marquesas sin datar.
Roselyne Bachelot, ministra de Cultura de Francia, indicó la donación de la hija de Picasso como un acto "excepcional". Recordó la primera donación de este índole, comenzando en 1990.
El Museo Picasso de Paris es uno de los recintos con más obras del pintor madrileño. Con más de 5000 obras, entre las que se encuentran 300 pinturas y 200 mil documentos y objetos del artista, este lugar fue inaugurado en 1985 y reformado en 2014.
La donación de las pinturas no son un acto meramente caritativo; con esta acción, los herederos de Pablo Picasso evitan importantes cargas fiscales relacionadas con la sucesión de obras con valor universal.
Al lugar no pudo acudir Maya Ruiz Picasso, quien a sus 86 años presenta problemas de salud. En su lugar estuvieron sus hijos Diana y Olivier, acompañados del ministro de Economía francés, Bruno Le Maire.
La donación de estas nueve pinturas de Pablo Picasso al Museo Picasso en París suponen un buen complemento para la vida y obra de artista. La hija de Picasso debe sentirse orgullosa del legado de su padre.
Jesús García