La situación que vive el mundo por la pandemia de covid-19 obliga a algunas personas a emigrar a otros países, con la esperanza de cambiar su situación económica. Miles de migrantes con destino a Estados Unidos se encuentran varados en Colombia.
Haitianos, venezolanos, chilenos, brasileños migrantes están atorados en la región de Necoclí, en la costa caribeña del norte de Colombia. Incluso, hay personas provenientes de países como Ghana, Mali y Togo.
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Las playas de Necoclí son un cruce fronterizo importante para sudamericanos, pues limita inmediatamente con Panamá.
Para cruzar, se utiliza un transbordador que atraviesa el Golfo de Urabá, un tramo del mar caribe que se interpone con la frontera del país vecino.
Si logran pasar, los inmigrantes todavía tiene que caminar 60 kilómetros a través de la selva del Tapón del Darién, para llegar inmediatamente a Panamá y, finalmente, a Costa Rica y Nicaragua.
Sin embargo, la única empresa encargada del transporte se encuentra al límite de la capacidad diaria que puede soportar.
Edward Villareal, traductor de la empresa de transbordadores Caribe SAS, comentó la impresión de ver la cantidad de personas que se encuentran varadas en el lugar, esperando la oportunidad de subir al vehículo y cruzar al otro lado.
"Tratamos de trasladar a ochocientos o novecientos migrantes por día, pero es difícil. Normalmente son trescientas o cuatrocientas personas, tal vez quinientas, pero ahora son novecientas personas día tras día tras día. Nunca había visto algo así antes", comentó Edward Villareal.
La empresa Caribe SAS tiene una lista de espera de más de 8 mil personas. Mientras tanto, la población que va llegando, poco a poco acaba con los recursos del lugar.
Según los últimos conteos de la Defensoría del Pueblo de Colombia, alrededor de 15 mil personas han llegado a Necoclí.
Jorge Tobón, alcalde de la región, denunció la caída de todos los servicios públicos al mantener tanta gente en un lugar con tan solo 22 mil habitantes.
"Todo el sistema de salud, los servicios públicos y de alimentación se han derrumbado", comentó Jorge Tobón.
Las autoridades locales intentan todos los métodos para poder atender a los miles de migrantes que llegan, incluso con familias. La Cruz Roja Colombiana instaló una carpa en la playa para ayudar en atenciones médicas a los migrantes recién llegados, quienes aún permanecen en el poblado.
Entre los servicios que ofrecen se encuentra un puesto que reparte Wifi gratis para cualquiera que desee conectarse. A través de este método, los viajeros pueden ponerse al tanto con sus familiares o compartir información importante relacionada con su travesía.
Este sábado, Diego Molano, ministro de Defensa de Colombia viajó a las inmediaciones de Necoclí para identificar los problemas que suceden en estos momentos.
Prometió poner a trabajar a la armada colombiana para construir un muelle de emergencia, como desahogo para que más barcos puedan llevar a las personas al otro lado de la bahía.
Enfatizó estas acciones como una solución temporal que requiere acciones a profundidad de las naciones origen de los migrantes.
Los migrantes con destino a Estados Unidos todavía deben de sortear más peligros a lo largo de su camino. Necoclí es un punto de descanso en la gran travesía que les depara.
Jesús García