Las historias de las personas ricas no solo se centran en herencias o en negocios multimillonarios, también hay un sector de estos acaudalados, quienes lograron su fortuna con esfuerzo o un golpe de suerte. Prueba de ello es Freddie Figgers, quien pasó de ser un bebé abandonado a ser un hombre millonario.
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La historia del "bebé basura" se remonta a 1989, cuando Figgers fue abandonado por su madre en un basurero con apenas horas de nacido en Florida, Estados Unidos. El llanto abrumador llegó a oídos de un vecino de la zona, quien lo salvó de una muerte segura.
Tras dos días de estar internado en un hospital, Freddie fue llevado a un hogar de tránsito para ser adoptado por una pareja.
El inicio del sueño de Freddie Figgers
A los nueve años, Freddie Figgers junto con su padre Nathan, caminaban por las calles de su hogar, buscando en la basura algo que pudiera ayudarlos.
"Los fines de semana iba con mi padre a hacer lo que llamábamos ‘buceo de basura’, paseándonos por diferentes vecindarios en busca de cosas que la gente hubiera tirado, como dice el dicho: ‘lo que para un hombre es basura, para otro es un tesoro’” relató Freddie Finggers en entrevista a la BBC.
Esta labor la llevaban a cabo cada fin de semana, lo que le ganó el apodo de "bebé basura" entre sus compañeros.
"Los niños solían burlarse de mí; me llamaban ‘bebé basura’, me decían ‘nadie te quiere, eres sucio’. Recuerdo ocasiones en las que me bajaba del autobús escolar u otros niños me agarraban y me tiraban en botes de basura y se reían de mí” comentó el empresario.
La actividad que representaba una deshonra para él y su padre, se convirtió en una oportunidad única cuando encontraron una computadora en un vertedero de basura de una tienda de segunda mano.
Con 24 dólares logró hacerse con el equipo, el cual estaba dañado de forma mínima. A través del tiempo, Freddie logró entender el lenguaje informático, logrando su primer empleo a los 12 años.
Su talento no pasó inadvertido mucho tiempo, pues la alcaldesa de la ciudad de Quincy lo contrató para arreglar computadoras en el ayuntamiento.
Solo tres años después fundó la compañía Figgers Computers con 150 clientes que necesitaban sitios web y almacenamiento para sus archivos, motor que impulsó su carrera empresarial más alto.
A los 23 años ganó sus primeros 2.2 millones de dólares en la venta de un programa de rastreo GPS a una empresa en Kansas.
La muerte de su padre en 2014 le afectó profundamente, sin embargo, sus sueños por lograr un mundo mejor lo hicieron crea la nueva compañía Figgers Communications, dedicada al desarrollo de programas de software.
Con todo el dinero ganado, comenzó a invertir en estructuras rurales para conexión de internet y lograr cubrir con señal a las zonas más pobres de Estados Unidos.
También su inversión fue a dar en el negocio de los smartphones y de dispositivos médicos como medidores de glucosa, oxímetros, etc.
De bebé abandonado a hombre millonario, Freddie Finggers logró volverse una persona importante, demostrando que las ganas pueden más para lograr lo que queremos.
Jesús García