La situación que afronta Afganistán con la llegada del régimen Talibán es desoladora. Miles de afganos refugiados huyen del país con la esperanza de encontrarse en un territorio con nuevas oportunidades para comenzar de cero.
Caminando de pie desde Irán, una caravana de personas huye del conflicto armado, intentando entrar a Turquía, y de ahí, a Europa. Familias enteras pueden verse desfilando, entre ellos a hombres adultos solitarios, presuntos soldados afganos retirados, tratando de escapar de las represalias de una nación que no pudieron proteger.
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Según los datos revelados por la Agencia de Refugiados de la ONU, más de 270 mil personas se encuentran en calidad de migrantes, A su vez, la agencia Save The Children estima un aproximado de 80 mil niños en situación de abandono y en transición hacia el país turco en los últimos 2 meses.
Cientos de imágenes se han viralizado en redes sociales, mostrando las precariedades que viven los ciudadanos afganos en su travesía hacia Europa. Las fotografías muestran una cara de la desesperación humana que recuerda a la crisis de los refugiados de 2015.
Van, ciudad costera de Turquía, es el punto de inflexión entre los refugiados que piden asilo a la Unión Europea y los repatriados, a quienes se les pide volver al país afgano ante la negatividad de organismos internacionales.
Dentro de este control de inspección, doctores son preparados para diagnosticar a las personas frente a un posible foco de infección por la covid-19, virus que no respeta condiciones geopolíticas.
Turquía, nación que acoge hasta el momento a 3,7 millones de refugiados sirios y a cerca de 120 mil afganos, ve necesario levantar un muro que impida la llegada a pie de cientos de personas. El riesgo de una crisis humanitaria dentro de su territorio es una visión cada vez más real.
A esta disposición se le ha sumado Grecia, con un muro tecnológicamente preparado para enfrentar la llegada de inmigrantes árabes, gracias a sus cámaras de visión nocturna y sus alarmas estridentes, impiden su cruce.
El ministro de Migración y Asilo griego, Notis Mitarakis, afirmó esta disposición como una medida de protección de la nación mediterránea.
"No seremos y no podemos ser la vía de entrada a Europa para los refugiados y migrantes que puedan intentar venir a la UE", comentó el funcionario.
Los refugiados de Afganistán buscan desesperadamente una oportunidad de entrar a la UE. La incertidumbre y el temor solo les espera en su nación.
Jesús García