Felix Gretarsson presume que ya puede mover sus extremidades y hasta puede flexionar sus bíceps. Esto sería normal para cualquier persona, pero él lo hace a cuatro años de su trasplante de brazos.
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Hace cuatro años el médico Jean-Michel Dubernard, quien murió recientemente, hizo un hito en la historia de las cirugías, trasplantando un par de brazos al electricista islandés.
Felix contactó al cirujano, que radicaba en Francia, quien anteriormente fue el primero en realizar un trasplante de mano, en una conferencia que realizó en Islandia.
El cirujano le aseguró que si se mudaba a Francia tendría muchas posibilidades de hacerle esa operación.
El Islandés le envió una solicitud y en el 2013 le fue aceptada. De inmediato se dio a la tarea de conseguir 170 mil libras que necesitaba para pagar su cirugía, hasta que en el 2018 cuando consiguió al donador y liquidar los pagos.
Cuatro años después a manera de homenaje para el brillante cirujano, Felix, su esposa, a quien conoció en Francia y Aram Gazarian, el cirujano jefe de su intervención, se reunieron y donde dejaron una silla vacía para recordar a Jean-Michel.
¿Cómo fue el accidente?
En 1998 Felix recibió una descarga de 11 mil voltios mientras trabajaba en una línea eléctrica. Después del accidente tuvo que ser intervenido lo que lo llevó a 54 operaciones para rescatarle los brazos pero finalmente perdió sus extremidades.
Entre la depresión y el dolor, el paciente se volvió adicto a los analgésicos, llegando a necesitar rehabilitación debido a las fallas renales que sufrió y por las cuales también requirió de un trasplante de riñón.
FInalmente, el trasplante de brazos fue posible cuando conoció a hoy fallecido, Jean-Michel Dubernard.