Los estudios de los científicos nuevamente se centran en un nuevo coronavirus detectado en murciélagos. La nueva variante de esta cepa relacionada con la de la pandemia, la SARS-CoV-2, fue encontrada en los murciélagos de herradura de Reino Unido.
La Universidad de East Anglia (UEA), la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL) y Public Health England (PHE) llevaron a cabo esta investigación.
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A través de 50 muestras fecales de estos animales, recogidos en distintas zonas del país como Somerset, Gloucestershire y Gales, fue posible el descubrimiento. La UEA mandó a analizar estas muestras virales al PHE, quien llevó a cabo la secuenciación genómica de las heces de estos mamíferos, mostrando una nueva variante de coronavirus.
El equipo de investigación ve probable que esta cepa de coronavirus haya existido con los murciélagos durante mucho tiempo, que jamás se había descubierto pues es la primera vez que se les realiza una prueba de esta índole.
Denominado RhGB01, se trata del primer sarbecovirus encontrado en un murciélago de herradura en Reino Unido. Según los expertos, esta variante no es un problema para la humanidad, pues no existen pruebas de que sea contagioso con los seres humanos, a menos que mutara en un futuro.
¿El nuevo coronavirus supone un riesgo para los humanos?
Para que un virus mute requiere de ciertos factores de contagio que actualmente el RhGB01 no contiene en su material genético.
En el caso de la covid-19, para que se diera una mutación, un humano tendría que infectar a un murciélago con la cepa, posteriormente este murciélago podría desarrollar la enfermedad, contagiando a más humanos con el contacto de sus heces fecales.
Diana Bell, experta en enfermedades zoonóticas emergentes de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UEA asegura la existencia de más coronavirus en estos animales, pero que desde hace miles de años conviven con nosotros y jamás han mutado con la capacidad de contagio en los seres humanos.
"Es casi seguro que estos murciélagos han albergado este virus durante mucho tiempo, probablemente muchos miles de años. No lo sabíamos antes porque es la primera vez que se realizan pruebas de este tipo en murciélagos del Reino Unido", comentó la experta Diana Bell.
Actualmente, hay una investigación para hallar el origen del coronavirus SARS-CoV-2, centrado en el estudio de los murciélagos de herradura, uno de los más comunes en Reino Unido, Europa y parte de Asia, sin embargo, existen alrededor de 1, 400 especies más de murciélagos y constituyen el 20% de los mamíferos conocidos.
Por su parte, el profesor Andrew Cunningham, de la Sociedad Zoológica de Londres indicó que este tipo de estudios "ponen de manifiesto la capacidad distribución natural de los sarbecovirus y las oportunidades de recombinación a través de la coinfección de huéspedes intermedios".
Explicó la manera en qué un virus podría mutar; un murciélago al estar en contacto con un agente parecido al SARS-CoV2, funcionaría como una especie de "crisol" donde un virus inocuo para el ser humano, adaptaría sus características mutando en esta cepa.
Ivana Murphy, estudiante de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UEA, colaboró con la recolección de las muestras para el estudio. Comentó sentirse preocupada por los animales, pues nuevos descubrimientos suponen una condenación a este tipo de mamíferos, cuando ellos tienen funciones sumamente importantes en el ecosistema como la polinización.
"Más que nada, me preocupa que la gente empiece de repente a temer y perseguir a los murciélagos, que es lo último que querría y sería innecesario. Como todos los animales salvajes, si se les deja en paz no suponen ninguna amenaza", indicó Ivanna Murphy.
Sin duda, este nuevo coronavirus hallado en los restos fecales de los murciélagos supone un descubrimiento científico importante, pero, no hay que condenar a estos animales de la enfermedad que aqueja al mundo entero. Ellos, como todos, somos seres importantes en el mundo.
Jesús García