Un crimen de odio se ha cometido en recientes días en Cancún, donde la comunidad LGBTTI se ha levantado a denunciar la tortura, quema y asesinato de un joven seropositivo de VIH que se identificaba como gay.
Según los hechos, el 5 de junio del presente año, el joven se encontraba de fiesta en un balneario.
Te podría interesar
En plena confianza, reveló a los asistentes que él era seropositivo por VIH; fue el motivo suficiente para que todos, enojados de la declaración, decidieran torturarlo, quemarlo vivo y después asesinarlo.
“La víctima fue asesinada dentro de un taller de herrería. Fue golpeada, torturada, quemada y asesinada una vez que comentó que tenía VIH; tenía muchas heridas de arma blanca”, contó a EFE el representante del colectivo red quintanarroense LGBTTI+, Edwin Reyes.
El caso ha generado mucho descontento, rabia, rencor, previo a las conmemoraciones del 28 de junio, en pleno mes del orgullo LGBTTI.
Marco Antonio Tóh, titular de la Comisión de los Derechos Humanos en Quintana Roo, condenó enérgicamente este crimen de odio. Informó que buscara con las autoridades correspondientes la investigación y la justicia de este crimen tan horroroso.
Instruyó a la Visitaduría General en Cancún a investigar el caso con perspectiva de género y no permitir que quede impune el delito.
Mientras tanto, la Fiscalía General del estado (FGE) abrió una carpeta de investigación por homicidio.
La designación corresponde a una falta de actualización del código penal de la entidad, que aún no estipula el crimen de odio como delito.
Edwin Reyes también afirmó que este caso no es aislado, pues indica que en el caribe mexicano, la comunidad LGBTTI es sumamente discriminada.
“Esto habla del abandono institucional que hay en el estado”, sentenció.
Sin duda, un crimen de odio morboso, donde un chico positivo de VHI sucumbió ante la discriminación, solo por su orientación sexual: ser gay. JGR