ELEFANTES

El éxodo de elefantes sigue asombrando a científicos

Científicos los siguen cuidando mediante drones, pero aún no saben en qué momento los elefantes van a frenar su éxodo y asentarse en algún lugar

EL grupo de pauqidermos lleva un viaje sin rumbo fijo de miles de kilómetros
Elefantes.EL grupo de pauqidermos lleva un viaje sin rumbo fijo de miles de kilómetrosCréditos: Internet
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Escrito en GLOBAL el

Científicos están asombrados por el comportamiento de un rebaño de elefantes en China que decidieron emigrar de su región sin un rumbo fijo.

Los especialistas no solo han seguido la ruta del rebaño en Kunming; otra manada errante le ha entrado en casa: un grupo de 17 ejemplares se han refugiado en los bosques de su jardín botánico.

Éxodo sin fin

El éxodo de los elefantes es errático, y los expertos no se explican con certeza por qué se han desplazado tan lejos, cinco veces más que sus caminatas habituales.

Campos-Arceiz explica:

“Se fueron a zonas que no conocían, donde no habían estado antes, y que son muy diferentes desde el punto de vista bioclimático. Han abandonado el bosque tropical húmedo de Xishuangbanna y se han metido en bosques más secos y más calurosos del centro de [la provincia de] Yunnan, ahí les ha costado más encontrar un ambiente que puedan reconocer como favorable”.

En esas zonas de mayor presencia de comunidades humanas han generado más atención y consumido de los cultivos de los campesinos de la zona.

Señala los científicos:

“Mientras más gente y más atención, más presión sobre ellos. Entonces han entrado en una especie de espiral, donde con más presión han estado comiendo más cultivos. Caminaban más rápido y elegían zonas como carreteras o por las que era muy fácil moverse. Y al final han acabado en una ciudad de nueve millones de personas”.

De momento, la posición de los científicos que cuidan el andar de la manada es esperar y ver, atrayendo a los animales con comida a lo largo del recorrido para mantenerlos alejados de las ciudades y pueblos.

La idea es supervisarlos con cuidado y tratar de que lleguen a algún lugar donde decidan terminar su éxodo.

Si la situación se complicara y los elefantes causaran daños graves tendrían que pensar en opciones más drásticas, como anestesiarlos y trasportarlos a otro lugar.

El desplazamiento de los elefantes, seres sociales agrupados que gustan viajar en familias, no es en raro. Los machos abandonan el rebaño cuando llegan a la adolescencia, en busca de su propio territorio.

También puede producirse cuando un grupo de paquidermos percibe que necesita más espacio. Pero en Yunnan, China este comportamiento, conocido como dispersión, ha aumentado en los últimos meses.

Humanos redujeron su habitat natural

En parte, por la reducción del hábitat natural de los animales ya que en los últimos 40 años los cultivos de caucho o palma han ganado terreno a los bosques húmedos que es donde vivían.

Otro motivo indirecto del fenómeno es el éxito de los programas de conservación. En los años noventa, la población de elefantes en esta provincia se encontraba en vías de extinción y había solo algunas deneas de ejemplares, pero hoy, aunque sigue en peligro, ronda los 300 ejemplares.

A diferencia de otros países de Asia, en China existe una mayor tolerancia de los habitantes de las zonas pobladas por elefantes.

Las leyes de China condenan a 10 años de prisión a quien dé muerte a un ejemplar.

Esto genera que los rebaños se arriesguen a salir de sus reservas, en busca de mayor espacio y de alimentos cultivados por el hombre.

Saben que no les van a hacer daño, y las cosechas como el maíz o el arroz son má suculentos que la comida que pueden encontrar en su hábitat natural.

Seguirán vigilándolos

La estrategia en China hacia los elefantes es muy distinta de otros países asiáticos. En lugar de ahuyentarlos de las comunidades humanas, como lo hacen  otros países, en China tienen un sistema de monitorización con cámaras trampa.

Los chinos también usan drones que les permiten localizarlos. “Y entonces avisan a la población de alrededor mediante chat para que no se acerque a donde estén”.

Por eso, explica, los elefantes  están muy cómodos.

“Han descubierto que pueden salir de su parque y pegarse banquetes de comida ahí fuera, hasta el punto de que algunos deciden no volver”.

El problema es que esta situación aumenta el riesgo de conflicto entre elefantes y pobladores humanos.

El trabajo de Campos-Arceiz consiste en buena medida, precisamente, en diseñar estrategias de largo plazo para impedirlo y para generar tolerancia hacia estos hermosos elefantes en éxodo