Cuando se encontraba desempacando su despensa, una mujer en Australia se percató de una extraño movimiento dentro de una bolsa de lechuga.
Grande fue su sorpresa cuando entre las hojas del vegetal asomó su cabeza una pequeña serpiente. El ofidio siguió saliendo de la lechuga lo que causó un terror entre el ama de casa que llamó a sus familiares para que acudieran a su auxilio.
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“Se estaba moviendo y sacando su pequeña lengua y eso me hizo saber que no era un gusano gigante”, dijo el ama de casa.
De acuerdo al relato de la mujer, el pequeño ofidio medía unos 20 centímetros y había estado muy cómodo dentro de la lechuga en el congelador del supermercado y cuando lo sacaron de ahí y se fue de polizón entre los demás artículos del carrito de compras.
Tras el susto, la australiana y su familia hicieron una llamada a la organización de rescate de vida silvestre Wires y tras la descripción les dijeron que probablemente era un bebé marrón oriental, una de las especies más venenosas y agresivas de Australia.
El reptil de cabeza pálida, es conocido entre los herpetólogos como un ejemplar de hoplocephalus bitorquatus, estaba metida en un paquete de dos lechugas que en un supermercado de la cadena Aldi en Sydney, Australia, según reportó la organización el diario The Guardian.
La serpiente se conoce como cabeza pálida, la cual es una especie “médicamente significativa”, es decir, altamente peligrosa.
Según el Museo Australiano, las serpientes de cabeza pálida son de una “especie tímida pero muy nerviosa, que se agita fácilmente si se le acorrala y aunque no se han reportado muertes, una picadura puede producir síntomas desagradables, como dolor de cabeza intenso, visión borrosa, dolor localizado y sangrado anormal.
Tras recuperar a la serpiente, los expertos que la capturaron mencionaron que el ofidio sería liberado de vuelta en la naturaleza.