Coolsculpting se ha convertido en el tratamiento número uno para eliminar la grasa localizada. Gracias a su tecnología no invasiva en la que, además, no necesita intervención quirúrgica, es una de las opciones más barajadas como complemento en el proceso de la pérdida de grasa.
Es un complemento porque con este método no vas a perder peso. Por lo menos, no durante el tratamiento. Vas a eliminar grasa y volumen corporal, lo que va a ayudar a motivarte para cuidarte más y mejor por dentro (con la alimentación) y por fuera (con la actividad física) que es lo que necesitas para perder peso.
Hay personas a las que les cuesta mucho trabajo adelgazar aunque les pongan mucha fuerza de voluntad. Esta obstaculización puede deberse, en parte, a tu genética o, incluso, a tu situación mental (ansiedad, depresión, estrés). Por ello, el coolsculpting es ese empujón que necesitas para ayudarte a estar más saludable. Veamos cómo puedes hacerlo.
¿Cómo funciona el coolsculpting?
El tratamiento consiste en que, durante una media de entre una y tres horas, recibirás dosis de enfriamiento controlado para quitar la grasa localizada en la zona o zonas de tu cuerpo que hayas decidido eliminar. La técnica empleada se llama criolipólisis y trata de acabar con las células grasas sin que sientas nada de dolor, a lo sumo un pinchacito al comienzo de cada sesión.
La durabilidad del tratamiento es completamente particular. En la consulta previa, el profesional te recomendará sesiones de entre una y/o tres horas y un número de días, según tu situación y evolución, la cual, vas a ir viendo a partir de la segunda o tercera semana de tratamiento. Poco a poco, comprobarás cómo va reduciendo el volumen de tu cuerpo.
Las células que se eliminan no vuelven a aparecer pero pueden crecer las que ya están. Entonces, aunque te hagas el tratamiento de coolsculpting tienes que continuar llevando una vida saludable incluyendo siempre alimentos sanos y el ejercicio como hábito de vida.
¿Por qué tienes grasa localizada?
Generalmente, la grasa se acumula más en unas partes que en otras porque no se suele controlar la ingesta de calorías. También tienen mucho que ver los factores hormonales que, dependiendo de cómo influyan, van a fomentar que acumules grasas más en unas zonas del cuerpo que en otras. Además, hay varios tipos de grasas y no todas son malas.
De ahí, que para llevar a cabo el tratamiento de coolsculpting haya que hacerte un estudio previo, así como también contribuyas con el cuidado de tu alimentación y haciendo ejercicio. Es muy importante la actividad física, ya que la grasa se convierte en energía. Si no la gastas porque lleves una vida sedentaria casi por obligación como puede ser un trabajo, se va acumulando y después cuesta más eliminarla.
No es fácil equilibrar los complementos para conseguir una evolución positiva; por lo que no dudes en asesorarte en coolsculpting. El objetivo de los profesionales es conseguir que te sientas bien, logrando sacar tu mejor versión.