En Italia, la tendencia antivacunas en los últimos años ha incrementado, sobretodo desde la llegada del covid -19 y las vacunas para enfrentar la pandemia, la población sobre todo en las ciudades europeas han expresado su rechazo a ser vacunados, argumentando todo tipo de teorías no fundamentadas por las que se niegan a recibir la dosis.
Sin embargo las medidas de Italia para enfrentar esta problemática han sido una serie de restricciones para los ciudadanos que no estén vacunados, pues se exige el certificado de vacunación para poder tener derecho de entrada a lugares públicos como lo son los centros comerciales.
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Enfermera antivacunas
Una enfermera Italiana al percatarse de esta situación vio un mercado potencial del cual podría sacar provecho, ideó un plan de negocios en donde cobraría a las personas por fingir aplicarles la vacuna en contra del Covid-19, y de esa manera los pacientes obtendrían su certificado de vacunación.
La enfermera cobraba 400 euros ( lo que equivale a un poco más de 9 mil pesos mexicanos) por “aplicar” la vacuna. La mujer preparaba la vacuna, como si estuviese apunto de aplicarla, pero antes de vaciar el contenido en el brazo del paciente, descargaba la dosis de vacuna en una gasa, y posteriormente daba un pinchazo para simular que el líquido había sido aplicado.
Sin embargo la enfermera olvido cerciorarse de que las cámaras de seguridad no captarán sus movimientos, y fue así como las autoridades del lugar donde trabajaba se dieron cuenta del crimen que la mujer estaba cometiendo
El centro médico no dudó en alertar a las autoridades por lo que la mujer fue arrestada en Palermo, Sicilia. Según las autoridades la mujer estaba aliada con un líder en el movimiento antivacunas llamado Filippo Accetta y otro cómplice Giuseppe Tomasino, participes en esta trama de corrupción y falsificación. Una enfermera más ha sido identificada como supuesta cómplice.
Se sabe que al menos una decena de personas fue vacunada de manera falsa, por lo que las autoridades bloquean sus certificados para evitar que las personas puedan entrar a lugares públicos, además de que en algunas empresas han comenzado a solicitar el mismo para que sus trabajadores puedan ejercer.
Se trata de un "episodio aislado", todo el personal sanitario del centro de vacunación de Fiera del Mediterraneo se sienten traicionados". declaró el comisario para la emergencia del coronavirus de Palermo, Renato Costa.
Este caso se une a otras prácticas ilícitas que se han producido en el país para intentar obtener el certificado de vacunación necesario para numerosas actividades.