La primer ministra de Suecia, Magdalena Andersson, escogida en las pasadas horas, dimitió de su elección luego de verse abandonada por sus aliados en el partido político que le ayudó a llegar, además de su rotundo fracaso en el presupuesto gubernamental.
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Según las leyes suecas, hay una práctica constitucional según la cual un gobierno de coalición dimite cuando un partido se va.
" No quiero dirigir un gobierno cuya legitimidad está en entredicho", argumentó Andersson, dirigente del partido socialdemócrata.
Magdalena Andersson se convirtió en la primer mujer elegida para el cargo de primera ministra en Suecia, tras lograr un acuerdo de última hora el martes con el Partido de Izquierda para subir las pensiones a cambio de su apoyo en la votación del miércoles.
A pesar de cumplir con 117 votos a favor, por 174 en contra y 57 abstenciones, el pequeño partido de centro retiró su apoyo al presupuesto de Andersson, debido a las concesiones hechas a la izquierda, lo que resultó en insuficientes votos para aprobar el presupuesto en el parlamento.
Andersson, que tomó el liderazgo del partido socialdemócrata en noviembre, iba a asumir formalmente sus funciones tras un encuentro con el rey Carlos XVI Gustavo el viernes.
La funcionaria, de 54 años, era hasta ahora ministra de Finanzas del gobierno del primer ministro saliente Stefan Löfven, que renunció en noviembre tras siete años en el cargo.
Hasta el momento se muestra incierta la elección del país ante un nuevo dirigente luego de la dimisión de la primer ministra de Suecia, Magdalena Andersson.
Jesús García