Las películas de Hollywood nos enseñan lo poderoso que es el amor, un sentimiento capaz de mover montañas y dejar todo atrás con tal de estar con la persona amada. En este contexto, la princesa Mako, sobrina del emperador de Japón, renunció a su título real para casarse con su novio de instituto.
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Este martes fue llevada a cabo la boda ante los medios. Posteriormente, en una conferencia de prensa, Mako señaló su interés por hacer realidad su matrimonio con el plebeyo Kei Komuro, a quien conoció durante sus estudios en la Universidad. Toda la relación estuvo marcada por la polémica entre su familia y los medios, quienes criticaron la postura de la entonces princesa.
Ahora, Mako Komuro reafirmó su decisión, indicando como "inevitable" su compromiso con Kei, a pesar de las contradicciones de todos en la familia real, incluso con la misma sociedad japonesa.
"Kei es irremplazable para mí. Para nosotros, el matrimonio es una elección necesaria para vivir cuidando nuestros corazones", dijo Mako en la conferencia de prensa.
La pareja estuvo constantemente rodeada de problemas; este año, Mako recibió un diagnóstico de estrés postraumático (TEPT) luego de soportar las acusaciones en torno a su esposo, quien fue acusado por un escándalo financiero, vigilado constantemente por la prensa y separado de su amada durante tres largos años.
En 2017 anunciaron su boda, sin embargo, estos problemas y acusaciones detuvieron el proceso.
"El flujo de críticas arbitrarias de las acciones de Kei, así como la especulación unilateral que ignoró mis sentimientos, hizo que las mentiras de alguna manera parecieran realidad y se convirtieran en una historia no provocada que se propagó", declaró.
A pesar de la situación, el amor supo sobreponerse a la adversidad, concluyendo en una sencilla ceremonia que recuerda a las hechas en occidente. Los matrimonios reales en Japón generalmente involucran múltiples ritos; la pareja renunció a todos ellos, incluso a la indemnización otorgada por la casa real (1.3 millones de dólares) dada a las mujeres que dejan la familia.
Durante esta conferencia de prensa, Kei Komuro se comprometió a proteger, amar y respetar a Mako en todo lo que dure su matrimonio.
"Amo a Mako. Quiero pasar la única vida que tengo con quien amo", comentó Kei Komuro, esposo de la ex princesa.
Sin duda la decisión de Mako, quien renunció a su título real para casarse con un plebeyo, es una bella enseñanza de amor: cuando ambos aman, no hay nada que pueda detener a los compañeros de vida.
Jesús García