Ciudad de México a 27 de diciembre de 2020.- El 19.5% de la población adulta en México presenta dislipidemias, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2018). Esto representa un aumento de 6.5% en tan solo seis años, pues en 2012 esta cifra era de 13 por ciento.
Las dislipidemias, también llamadas hiperlipidemias, son trastornos en los niveles de lípidos en la sangre, caracterizadas principalmente por aumentos de colesterol y de triglicéridos, referidos médicamente como hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia (1).
Diversos estudios consultados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) señalan entre las causas más frecuentes de estos padecimientos el estilo de vida sedentario, la diabetes mellitus, el consumo excesivo de alcohol y afecciones como el hipertiroidismo, la insuficiencia renal crónica y la cirrosis hepática.
De manera relevante, se ha encontrado que la ingesta elevada de colesterol, así como de grasas saturadas y trans, presentes en productos ultraprocesados y alimentos como las mantecas de origen animal o la carne de cerdo, están relacionadas con el desarrollo de dichas enfermedades.
También se identificó que alrededor del 50% de los mexicanos, en todos los grupos de edad, consumen grasas saturadas de forma excesiva (2) y particularmente con mayor frecuencia en zonas urbanas que en rurales, y en estratos socioeconómicos altos.
Una de las explicaciones para ello es que, en hogares con deciles de ingreso más altos, se consumen más alimentos ultraprocesados que tienen mayores contenidos de nutrientes críticos como grasas y azúcares (3).
Asimismo, algunas investigaciones han encontrado una relación significativa entre la ingesta de azúcares añadidos y el desarrollo de dislipidemias (4), así como de una predisposición a desarrollar sobrepeso, obesidad y otras enfermedades crónicas no transmisibles.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, en su estudio Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina, más de la mitad de la grasa total y de las grasas saturadas presentes en este tipo de alimentos proviene de las galletas, la margarina, aceites y grasas para untar, los snacks dulces y salados y los dulces.
En México, las galletas son el segundo producto industrializado más consumido, solo por detrás de las bebidas azucaradas. Los snacks dulces y salados ocupan el lugar 5 y los dulces el 8 en cuanto a aportación de calorías a la dieta a través de ultraprocesados
Fuentes:
Miguel Soca, Pedro Enrique. (2009). Dislipidemias. ACIMED, 20(6), 265-273. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-94352009001200012&lng=es&tlng=es.
Nancy López-Olmedo,et al. “Usual Intake of Added Sugars and Saturated Fats Is High while Dietary Fiber Is Low in the Mexican Population”, The Journal of Nutrition, Volume 146,Issue 9, September 2016, Pages 1856S–1865S, https://doi.org/10.3945/jn.115.218214
Aburto TC, Pedraza LS, Sánchez-Pimienta TG, Batis C, Rivera JA. Discretionary foods have a high contribution and fruit, vegetables, and legumes have a low contribution to the total energy in take of the Mexican population. J Nutr 2016;146(Suppl):1881S–7S.
Welsh JA, Sharma A, Abramson JL, Vaccarino V, Gillespie C, Vos MB. Caloric sweetener consumption and dyslipidemia among US adults. JAMA. 2010 Apr 21;303(15):1490-7. doi: 10.1001/jama.2010.449. PMID: 20407058; PMCID: PMC3045262.
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