El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció ayer seis medidas para controlar la violencia armada, incluyendo reglas para frenar la proliferación de las llamadas “armas fantasma” y la nominación de David Chipman como director de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
En un comunicado emitido por la Casa Blanca, la administración Biden informó que si bien espera que el Congreso apruebe una legislación para reducir la violencia armada, no se quedará de brazos cruzados.
Por ello, anunció que el Departamento de Justicia emitirá, en 30 días, una propuesta para ayudar a frenar la proliferación de las “armas fantasma”; es decir, aquellas que cualquier persona puede armar adquiriendo partes para ello y que no se pueden rastrear al no tener números de serie.
En un plazo de 60 días, el Departamento de Justicia emitirá una propuesta para dejar claro que cuando un arma es modificada para convertirla en un rifle de cañón corto, debe apegarse a los requerimientos del Acta Nacional de Armas de Fuego. En el mismo plazo el Departamento debe publicar una legislación modelo de “bandera roja” para los estados, que permita a familiares o autoridades solicitar a la corte la prohibición temporal para que personas en situación de crisis puedan acceder a armas de fuego.
La administración seguirá invirtiendo en programas de intervención y otras medidas comunitarias que contribuyan a frenar la violencia armada. Además, se retomarán los reportes sobre tráfico de armas, que no se habían hecho desde el año 2000.
Finalmente, Chipman, ex- agente de la ATF que trabaja actualmente como asesor de una organización para el control de armas fundada por la exrepresentante Gabrielle Giffords, será nominado para encabezar la agencia, que no ha tenido un director desde 2015.