Un abuelito escuchó 'voces en su cabeza' que le pedían que matara a sus dos nietos en Matamoros, Tamaulipas. Los bebés estaban bajo su cargo porque sus padres se encontraban laborando.
El hombre de 64 años estaba a punto de cometer el homicidio cuando en un momento de lucidez, luchó contra él mismo y llamó al 911 a los servicios de emergencia de la población fronteriza.
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Voces le pedían matar a sus nietos
El hombre de la tercera edad le contó a la operadora de las voces en su cabeza que le pedían “matar” a sus nietecitos, uno de ellos aún de brazos.
Los elementos de diferentes corporaciones de seguridad y rescate salieron rápidamente a bordo de sus unidades para dirigirse al domicilio donde los niños corrían peligro de muerte.
Afortunadamente los Policías y los paramédicos de la Cruz Roja lograron rescatar a los menores de edad.
Francisco “N”, de 64 años, es el abuelito que hizo la llamada de rescate para proteger a sus nietos de él mismo. El anciano padece de esquizofrenia y estaba cuidando a los pequeños en un domicilio ubicado en la colonia Ampliación Solidaridad, en Matamoros, Tamaulipas.
Francisco padece el terrible mal mental y no pudo conseguir su medicamente para controlarse y en plena crisis pero no tomó su empezó a escuchar las extrañas voces ordenándole matar a sus propios nietos.
NIños lloraban
Debido a lo delicado del caso, miembros de la Guardia Estatal acudieron al domicilio y escucharon el llanto de los niños, quienes se encontraban en peligro de muerte.
Afortunadamente, la operadora del 911 logró entretener al anciano los minutos que fueron necesarios para darle tiempo a los policías que llegaran y entraran al domicilio.
Incluso, la mujer de la corporación logró hablar con la niña de tres años que le pedía ayuda.
Los guardias saltaron la barda, pero la casa estaba cerrada por una puerta metálica. Los paramédicos de la Cruz Roja y los demás agentes hablaron con el anciano para que les abriera la puerta.
Llegan a tiempo
El adulto mayor fue convencido y accedió a que los policías ingresaran al interior de la casa y rescataran a los menores fueron rescatados y finalmente, fueran entregados a su madre.
De esta manera, el abuelito que escuchaba voces en su cabeza no pudo cometer el terrible delito.