Un estudio nacional del gasto público en los estados, reveló que en el 2022 -ultimo año de gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca-, el gasto en publicidad e imagen se disparó en más de 3 mil 196 por ciento.
“Al analizar el ejercicio del gasto de un concepto tan controversial como el de servicios de comunicación social y publicidad oficial, observamos que, en el 2022, un total de 28 gobiernos estatales gastaron más de lo inicialmente presupuestado.
“Con base en la información de sus cuentas públicas, Tamaulipas fue el estado que más amplió su presupuesto en este rubro: lo hizo en 3,196 por ciento más. El legislativo estatal aprobó 14.8 millones de pesos, pero terminó gastando 490.6 millones”, detalla la investigación “Los Estados gastan de más: ¿Cómo evaluar lo que no se planea?”, realizado por la organización Política Colectiva, y publicada por Mexicanos Contra la Corrupción.
Mencionaron que otros estados que aumentaron su gasto en este rubro sin mayores complicaciones fueron Puebla con 953 por ciento más, Yucatán con 316 por ciento y Guanajuato con 307 por ciento. El presupuesto aprobado de todos los estados en comunicación social fue de 4,596 millones de pesos, pero terminaron ejerciendo 7,976 millones, casi un 74 por ciento más.
Los 3,379 millones de pesos extras invertidos en este tema son equivalentes a todo el presupuesto anual de ciudades como Torreón y Morelia.
“Esta información debería ser de interés para todas las personas. Vigilar a dónde se va el dinero público nos permite conocer cuáles son los verdaderos intereses y preocupaciones del gobierno en turno. La famosa frase de ‘follow the money’ -sigue el dinero, en inglés-, es indicativa de la necesidad de rastrear el uso del presupuesto para identificar aspectos llamativos o criticables”, explica la publicación.
Es importante, explican, revisar los avances trimestrales y los resultados finales de las cuentas públicas.
“En ellas, podemos ver cuánto se aprobó originalmente en el presupuesto y cuánto se terminó gastando de manera definitiva, en cada concepto y en cada tema. Ahí es donde se identifican los recortes y las ampliaciones a los presupuestos y cómo se invirtieron los recursos públicos en realidad. Podemos decir que los presupuestos de egresos son las ‘buenas intenciones’, mientras que las cuentas públicas son la realidad pura y dura”, añade el estudio