Continúan apareciendo cadáveres enterrados en lo que se consideran fosas clandestinas, en la zona cañera de El Mante, Tamaulipas, causando alarma en los ciudadanos, pues las autoridades como la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas (FGJT), han callado y mantenido en secreto estos hallazgos.
La FGJT inició una carpeta de investigación por el reporte de una fosa clandestina en el Ejido Celaya, después del camino a la Unión, cerca del ojo de agua, localizando tres cuerpos en estado de descomposición, según las primeras indagatorias los cuerpos encontrados tenían mucho tiempo enterrados y no contaban con ningún documento de identificación.
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Los peritos especializados en dactiloscopía, criminalística, genética, retrato hablado y antropología del estado de Tamaulipas, nunca logra identificar los cuerpos localizados en las fosas clandestinas, protegiendo de alguna manera las zonas de exterminio del Cártel del Golfo, grupo delincuencial apadrinado por el gobierno de Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
En grupos de redes sociales se ha acusado al delegado de la Policía Estatal Acreditable Alfredo Escobedo Marín y al encargado de la Policía Investigadora Ernesto Herbert Corona de detener y entregar a personas aparentemente “sospechosas” a líderes Cártel del Golfo de esa zona, donde después nada se sabe de ellos.
Colectivos de familias de desaparecidos, quienes han realizado búsquedas por todo Tamaulipas, preparan petición dirigida al Gobierno Federal para que se considere zona de exterminio e intervenga la autoridad federal a coadyuvar a las investigaciones de dichos hallazgos.
En la llamada región cañera ya es conocida por ser un campo de exterminio del Cártel del Golfo, según investigaciones periodísticas, en esa zona se han localizado restos óseos, piezas dentales en contenedores y fosas clandestinas.