La fuerte sequía que se presenta en el país ha generado una evidente disminución de los niveles de agua acumulados en los rios y presas , sobre todo en la frontera norte del país.
Tal es el caso de algunas presas en el estado de Tamaulipas como la presa Falcón ubicada en el municipio de Nueva Ciudad Guerrero, lugar en donde anteriormente se encontraba un pueblo que quedó inundado decenas de años atrás. Al igual que en este lugar, recientemente resurgió otro poblado que era conocido como Antiguo Padilla, lugar históricamente conocido por ser el escenario de la ejecución de Agustín de Iturbide en el año de 1824 y que debido a la creación de la presa Vicente Guerrero fue abandonado por sus pobladores en el año de 1970.
El bajo nivel de la presa dejo al descubierto un antiguo poblado
Esta presa tiene una capacidad para tres mil 910 hectómetros cúbicos de agua, pero lamentablemente en la actualidad almacena únicamente 33 por ciento de su capacidad total, por lo que el abandonado Antiguo Padilla ha regresado a ser visible.
Uno de los principales y más llamativos lugares visibles fueron la plaza central de Antiguo Padilla que en algún momento fue la capital del estado.
Además de la enorme plaza principal, el lugar contaba también con su iglesia, una escuela primaria, así como el monumento donde se ilustraba el lugar de la muerte de Agustín de Iturbide en 1824.
Antes de que los habitantes del lugar fueran desalojados, esta comunidad se dedicaba a la ganadería, la pesca y la siembra.
Al igual que la plaza principal rodeada por la iglesia, destaca el cementerio del poblado, mismo que da una imagen tenebrosa del pueblo fantasma pues han quedado al descubierto sus tumbas y lápidas entreabiertas donde yacen los restos de los antiguos pobladores de Antiguo Padilla.
Esta galería de imágenes fue publicada por el Sol de Tampico, medio que entrevistó a José Antonio Hernández, quien vió en sus mejores años al pueblo, pues cuando tenía solo 18 años fue testigo del desalojó de los pobladores del lugar.
“Mucha gente no quería irse, casi vinieron con la ley a sacar a los señores grandes; les devolvieron la casas allá en el pueblo -Nuevo Padilla- y los que tenían terrenos, huerta, árboles frutales todos los pagaron hasta la última matita” declaró el hombre que vivía a pocos kilómetros del pueblo para el Sol de Tampico.