La inflexibilidad del personal de una sucursal de Banamex de Reynosa, en cuanto a sus políticas internas, obligó a una persona de la tercera edad a tener que ir en camilla al banco para poder demostrar su supervivencia y plasmar sus huellas para facilitar sus trámites.
Desde abril, Dolores Gómez Reyna, de 84 años, no cobraba su pensión debido a que su tarjeta estaba vencida y sus familiares ya habían agotado todos los recursos que les marcaban los empleados bancarios.
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Primero les había exigido presentar un acta notariada, más tarde les pidieron una carta poder y finalmente actas públicas que constataran su incapacidad física.
El personal del banco las convenció de llevarla físicamente en ambulancia, por lo que tuvieron que pagar los servicios de una unidad para poder llevarla a la sucursal bancaria.
Los empleados les habían prometido que en cuanto llegaran las atenderían de inmediato, pero al arribar las hicieron esperar 20 minutos afuera de la sucursal, bajo el sol.
Irma Yolanda Olvera, hija de doña Dolores, mostró su inconformidad con las instituciones que, simplemente se aferran a seguir unas reglas obsoletas y no tienen un poco de apertura con la gente de la tercera edad que ya no puede moverse por sí sola o que están postradas en una cama.
En un video que circula se observa el momento en el que doña Dolores llega al banco ubicado sobre el Bulevar Morelos, tras ser trasladada a bordo de una ambulancia de la Cruz Roja.