A sus 72 años, el actor Sebastián Ligarde ha dejado atónitos a propios y extraños al aparecer con un rostro visiblemente conservado, sin marcas evidentes del tiempo y con una piel que desafía la lógica de su edad.
Reconocido por interpretar a villanos memorables en la televisión, como en la telenovela Vivo por Elena, el histrión ha encendido debates al sincerarse sobre el método poco ortodoxo que atribuye a su estado físico actual.
El remedio de Sebastián Ligarde
Durante una entrevista con la periodista Matilde Obregón, Ligarde rompió el silencio sobre los rumores estéticos que lo rodeaban y admitió que el verdadero responsable de su imagen rejuvenecida es la orinoterapia.
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Esta práctica alternativa consiste en aplicar la propia orina con fines terapéuticos y, en su caso, estéticos. Ligarde lleva 35 años integrando esta técnica a su rutina diaria desde que una actriz, que lucía increíblemente joven para su edad, le compartiera su experiencia y lo motivara a probarla.
Intrigado por los aparentes efectos positivos de este hábito, el actor se sumergió en la lectura de un libro sobre el tema. Según explicó, el componente clave es la urea, sustancia que representa aproximadamente la mitad del contenido de la orina y que posee propiedades científicamente comprobadas como humectante dérmico.
Desde entonces, el actor asegura que ha renunciado por completo a cremas, botox y cualquier intervención cosmética.
Ligarde recalcó que no se trata de una fórmula mágica, sino de una disciplina personal basada en constancia y aceptación. Y aunque reconoció que el procedimiento puede provocar escepticismo, enfatizó que los resultados hablan por sí solos:
mi piel se ha mantenido sin ayuda externa, y todo gracias a algo que mi cuerpo produce naturalmente
Sebastián Ligarde vuelve a captar la atención pública, no por un nuevo papel, sino por desafiar el envejecimiento con un recurso inesperado: su propia biología. Así, redefine el concepto de cuidado personal en la industria del espectáculo.
