Entre cenas, celebraciones y la intimidad familiar, Jennifer López y su hija Emme han convertido las fechas especiales del año en una tradición propia, por ejemplo, en octubre se les vio recorriendo tiendas para Halloween; ahora, en Acción de Gracias, la complicidad se trasladó a la cocina.
Para este Thanksgiving, madre e hija planearon con anticipación los platillos de la cena familiar, JLo compartió fotografías del momento: un vestido beige de satín y, encima, un mandil para no mancharse mientras preparaban el banquete, el centro de la mesa fue un pavo dorado sobre manzanas y rodajas de naranja, acompañado de una larga lista de guarniciones.
Pero el instante más significativo ocurrió cuando Emme decidió hornear un par de pasteles de chocolate, y, con la ayuda de su mamá, vigiló el punto exacto del horneado y colocó los pasteles en la mesa para compartirlos con todos. Entre los postres destacó un detalle especial: botellas con una banderita de Puerto Rico, un gesto que JLo volvió parte del ambiente familiar para recordar sus raíces.
Aunque contaron con la asistencia de un chef para que todo estuviera listo a tiempo, la actividad conjunta se robó la noche. Para Jennifer López , estos momentos tienen un peso emocional todavía mayor: Emme y Max ya buscan universidad, y mudarse lejos es un escenario cercano.
