En 100 años de tradición periodística El Mañana de Nuevo Laredo ha llevado todo tipo de noticias a sus lectores, en ocasiones le ha tocado ser el portador de informes que impactan a las multitudes como el deceso de los ídolos aclamados y amados por todos.
En marzo de 2005 el periódico El Mañana y su vespertino La Tarde cubrieron la noticia del fallecimiento de Rigo Tovar, el ídolo de multitudes.
Hablar de Rigoberto Tovar García, mejor conocido como Rigo Tovar; es hacerlo de uno de los cantantes mexicanos más populares del siglo pasado; por ello la noticia de su muerte causó conmoción en el medio del espectáculo y entre sus seguidores. Columnistas, especialistas en música y reporteros de espectáculos, se avocaron a dar seguimiento a su último adiós, a las reacciones de los colegas, famosos, familiares, así como de sus fans.
RIGO ES AMOR
Tovar nació en Matamoros, Tamaulipas; fue pionero en fusionar la cumbia y los ritmos tropicales con sonidos electrónicos y samples de otros géneros, como el rock.
En su juventud y antes de ser famosos, trabajó en distintos oficios como albañil, tapicero, soldador, mesero, intendente y ayudante general alternando su residencia entre la ciudad fronteriza donde nació y Houston.
Fue en esa época cuando el músico alimentó su afición por el rock clásico antes de emigrar a Texas, donde consideraba que nació su historia junto al grupo Costa Azul, con el que logró convertirse en un reconocido artista que llegaba a abarrotar sus presentaciones ante miles de personas. Temas como “El sirenito” y “Oh, que gusto de volverte a ver”, lo consagraron en el gusto del público.
LEGADO
La integración de instrumentos electrónicos de la época fue hecha en su agrupación Costa Azul a finales de los años sesenta y principios los setenta, la utilización de órganos moog y efectos de sampleo fueron innovaciones que serían uno de los pilares de la cumbia mexicana y en particular de la tecnocumbia.
Fue en su experimentación con la innovación de sonidos electrónicos y samples en su cumbia, además de su fusión con géneros como la música clásica, mariachi, disco y rock, estilo al que siempre se le relacionó e incluso se le conoció como el Jim Morrison mexicano, por su emblemática imagen de pelo largo, ropa de cuero, chamarras estilo biker y gafas oscuras Ray-Ban “de aviador”, que le valieron comparaciones con el vocalista de TheDoors.
El tamaulipeco es uno de los pocos mexicanos que han grabado un disco en los estudios Abbey Road, lugar asociado por excelencia a los Beatles.
En 1977 grabó en Londres su álbum “Dos tardes de mi vida”. Su influencia y legado musical llego hasta el grupo de hip-hop Akwid, el cual utilizó en la canción “Cómo, cuándo y dónde”, la interpretación de Rigo de “Quizás, quizás, quizás”. El video de la canción usó una imagen de Rigo en un traje blanco, dando su famoso “brinquito”.
MEGACONCIERTO
El músico se ganó el cariño de millones de personas en todo México y fuera de él. Uno de los puntos más altos de su carrera lo alcanzó en Monterrey con el concierto masivo que dio el 21 de octubre de 1981, en el río Santa Catarina.
Hasta la fecha se dice que nadie ha logrado superar el poder de convocatoria en un concierto gratuito. Rigo tuvo en Monterrey una de las plazas más importantes para su carrera; además formó lazos con esa ciudad en donde contrajo matrimonio con una regiomontana, convirtiéndose en su hogar.
Ante su gran popularidad y el cariño hacía Monterrey, una estación de radio muy popular en ese entonces, decidió organizar un gran baile gratuito encabezado por Rigo. Según las crónicas de la época, se asegura que acudieron más de 450 mil personas.
SU FINAL
La carrera del artista comenzó su caída cuando sufrió la pérdida de su madre en 1984 y de su representante y hermano, Everardo Tovar, durante el terremoto del 19 de septiembre de 1985, lo que causó el estar sumido en problemas de adicción, además sufría de una enfermedad llamada retinitis pigmentosa, un defecto genético sin cura y el cual le hizo perder la vista paulatinamente.
Rigo se retiró del ambiente musical en 1995, acusa de otras enfermedades que se sumaron como el vitíligo y diabetes.
Murió el 27 de marzo de 2005, dos días antes de cumplir 59 años,a causa de un paro cardiorrespiratorio. Su cuerpo fue incinerado y pidió que sus cenizas recorrieran todo el país y que después fueran esparcidas en la playa de Matamoros.