La actriz Ginny Hoffman, expareja y colega de Héctor “N”, condenado a 10 años seis meses de prisión por corrupción de menores, aceptó la invitación para conversar en el programa “Análisis feminista”, donde compartió con el auditorio sobre la primera vez que habló con su hija Alexa acerca del abuso que sufrió en su infancia y adolescencia.
Hoffman indicó que tanto ella como su familia más cercana atraviesan por un momento muy complicado de sus vidas, pese a haber ganado el caso, puesto que ella es señalada por el imaginario colectivo de manipular a Alexa para que acuse a su padre, por lo que ambas acuden a terapia y toman medicamentos.
Nos ha ayudado enormemente es el apoyo de las personas que nos han rodeado y nos han brindado su apoyo incondicional. Me faltarán muchos años de vida para agradecerles
Agregó que sigue resultado complicado hablar del tema con su hija.
Ella es una joven que no desea revivir constantemente el trauma, por lo que ha sido muy difícil. Hasta el día de hoy desconozco muchos detalles. No desea hablar de ciertas cosas porque le produce vergüenza o quiere protegerme
En la citada entrevista, la actriz indicó que su hija Alexa dejó de ver a Héctor desde los 14 años, pero que ella lo atribuyó a problemas y roces naturales entre padre e hija.
En una ocasión en que Alexa se refirió en muy malos términos a su padre, Hoffman la reprendió y le dijo que debería tener más respeto para con él.
Ella ya tenía 16 años y fue entonces cuando, poco a poco, me reveló la palabra ‘pedófilo’. A los 16 años, uno sabe lo que eso significa, y le pregunté: ‘¿De qué estás hablando?'
De acuerdo a lo relatado por Hoffman, la joven le preguntó si su padre podría terminar en la cárcel por esa razón.
Me impactó mucho que ella estuviera considerando que su padre terminara en prisión. Conozco a mi hija y sé lo noble que es y cuánto amaba a su papá
La histrión platicó que durante y después del proceso legal contra su expareja hay una campaña de odio hacia ellas dos y sus seres queridos más cercanos.
Mi madre, una señora mayor, me llama llorando, preocupada por las amenazas constantes, a todas horas, por teléfono y en redes sociales. Es una situación paranoica