Entre las composiciones más recordadas de Joan Sebastian se encuentra sin lugar a dudas "Tatuajes", cuyo año de lanzamiento fue en 1996, mientras el "Ídolo del Pueblo", participaba en la telenovela "Tú y Yo", al lado de su entonces pareja Maribel Guardia, y la actriz Arleth Terán, con la que el artista le fue infiel en la vida real.
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Fue su hijo, Julián, recién fallecido, quien heredó el gusto por "tatuarse" su cuerpo con diferentes figuras en los brazos, destacando uno de estos en el pecho.
El tatuaje es conocido como "El Ojo de la Providencia", que es una gran pirámide, con un ojo adentro y completamente rodeado de destellos de luz.
Este símbolo está relacionado con la cultura egipcia y el cristianismo, pero también se le relaciona como un símbolo solar y místico, de los "estados de percepción más elevados", los cuales, se dicen, se alcanzan con el "tercer ojo".
Fue el propio Julián, quien declaró alguna vez en relación a este símbolo que se tatuó en el pecho:
"Para mí representa la conciencia de observar a cada momento lo que hay dentro de tu corazón y no solamente dejarte llevar por los instintos, sino analizar lo que sientes y actuar de esa forma".
Otro de sus tatuajes que se hizo en 2016, este en el brazo derecho, en honor a su padre, también llamaba la atención y así lo explicó:
"Es fe, amor y suerte, es el hierro de su ganadería y aparte es un lema de su vida: la cruz, el corazón y la herradura", dijo.
Adoraba a su padre
En múltiples recuerdos que tenía en su cuenta de Instagram, Julián siempre recordaba con amor a su padre. En uno de ellos se refería de esta manera:
"El día de hoy celebro tu vida y le agradezco a mi Dios el privilegio de ser tu amigo, tu admirador, tu aprendiz y tu hijo. Te llevaré en mi alma eternamente, en cada suspiro exhalado en mi canto. Cada vez que mis lágrimas mojen las cuerdas de mi guitarra.
Cada vez que vea "Legends Of The Fall" ( tu película favorita) y cada vez que sienta que el peso de la vida me va a vencer, voy a recordar que a pesar de los golpes que te dio la vida y los tantos motivos que tenías para rendirte, siempre buscaste una razón para seguir adelante.
Voy a tratar de ver el mundo como tu lo veías "con ojos de Niño" sabiendo apreciar la magia hasta en los momentos más simples. Te amo tanto y te extraño, pero sé que nos volveremos a ver, gracias por heredarme el amor a mis hermanos, siempre honraremos tu memoria, dirigiendo nuestras vidas con el honor que nos enseñaste".