Este miércoles Rigo Tovar estaría cumpliendo 77 años de edad, sin embargo, los excesos y una fuerte depresión le pasaron factura, incluso haciéndole perder la vista por una muy rara enfermedad.
Sin duda el cantante de Matamoros, Tamaulipas, fue un ícono inigualable en los años 70, poniendo incluso el éxito que habla de su tierra natal "Mi Matamoros querido", como una de las canciones más escuchadas de México en ese tiempo, compartiendo el éxito en pueblos fronterizos de Estados Unidos.
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El intérprete de "El Sirenito" conectó con las personas más humildes y de varios sectores de la sociedad, llenando de alegría la vida de quien lo escuchara por su fabulosa forma de cantar y sus grandes movimientos en el escenario. Quienes fueron a sus conciertos aseguran que él llegaba a saltar hasta el metro y 40 centímetros, sorprendiendo a todos los espectadores.
Incluso el dedicado Showman logró reunir a casi 500 mil personas en Santa Catarina, Nuevo León en 1981, considerado el concierto masivo más grande de México. Y no es para menos, el talento aunado a un personaje vestido con pantalones de piel y jeans, pelo largo, arracadas y sus inseparables lentes Ray -Ban, llamaba mucho la atención e imponía moda.
A pesar de tener éxitos como "Oh qué gusto de volverte a ver" y "El testamento", el cantante fronterizo se retiró de los escenarios en 1995, dejando un vacío en sus seguidores y en la música popular mexicana.
Por qué se fue quedando ciego
Como en muchos artistas con una increíble fama, los excesos se presentaron en su vida, afectando su salud por las adicciones al alcohol y a las drogas. En 1974, su madre falleció y en 1985 murió su hermano durante el terremoto del 19 de septiembre en la CDMX, sumergiéndolo en una profunda depresión.
Aunado a esto, tiempo después se le diagnosticó con retinitis pigmentosa, una afectación ocular que afecta la sensibilidad de la luz en las córneas, obligándolo a usar sus famosos lentes oscuros en cualquier evento que daba.
Lamentablemente el padecimiento progresó, situación que terminó por dejarlo sin vista pese a todo el dinero invertido para cirugías y tratamientos.
En 2005, luego de 10 años de su retiro de los escenarios fue ingresado a un hospital al sur de la Ciudad de México por una grave insuficiencia renal, producto de su diabetes. Finalmente, el 27 de marzo, Rigo murió a raíz de un paro cardiorrespiratorio.
Como dejó dicho en su testamento, fue cremado y sus cenizas hicieron una gira por toda la república mexicana, llegando hasta las playas de su Matamoros querido, donde fueron esparcidas para descansar por siempre en el lugar que lo vio crecer.