Conocido como el “Principe de las Tinieblas”, este cantante es una de las personalidades más oscuras de la farándula estadounidense, conocido por la polémica, excesos, la cercanía con satanás y la revolución que causó en el mundo del Rock.
Sus casi 50 años de carrera han reunido un sinfín de anécdotas impresionantes sobre todo por su comportamiento, siempre alocado y fuera de lugar, logrando grandes momentos de locura que serán recordados para la historia.
Osbourne en sus mejore años era principalmente recordado por la extraña costumbre de tener presente en su presentación carne y vísceras de animales, algunas las comía y otras las lanzaba a los asistentes a sus presentaciones.
Una de las anécdotas que son mayormente recordadas es la ocasión en que el cantante mordió la cabeza de un murciélago y se la arrancó de una mordida, según el relató el momento fue una confusión pues él pensó que se trataba de un juguete de goma, una confusión que terminó cuando comenzó a sentir los líquidos del animal escurriendo de su boca.
Entonces el artista suspendió la presentación para acudir a recibir la vacuna contra la rabia, un momento que causó gran revuelo.
Pero la escena se repitió, pues anteriormente, antes de que el murciélago, el cantante ya había incurrido en arrancar cabezas de animales en el escenario, el hecho ocurrió en el año 1981. El cantante estaba completamente bajo los efectos del alcohol y por alguna razón cargó con un par de palomas en los bolsillos.
Durante una reunión con la disquera CBS, cuando la junta le pareció aburrida y poco trascendente, el joven sacó las palomas y les arrancó la cabeza de un mordisco, para después escupir la cabeza en el regazo de una de las trabajadoras.
Se cuenta que en aquel momento alguien gritó: “¡saquen a ese animal de aquí!” y así se llevaron a Ozzy de las instalaciones. Osbourne recordó para una entrevista que estaba tan borracho que la paloma le supo “a licor de naranja, plumas y algo de pico".