Realizar cualquier actividad bajo altas temperaturas, pero sin aire acondicionado que te refresque puede representar un grave problema.
Un fuerte golpe de calor o deshidratación pueden ser algunas consecuencias, más si te encuentras en lugares cerrados que concentran esta temperatura.
Pues precisamente eso le ocurrió a un famoso y reconocido cantante, quien al no tener ni ventilación ni aire acondicionado en su estudio de grabación, tuvo que grabar completamente desnudo para cumplir con ese compromiso, pues el calor en el lugar era insoportable.
Sofocado y sin ventilación
Era 1931. Algunos dicen que nació en Uruguay, otros en Francia, la realidad es que Carlos Gardel se nacionalizó argentino y es el máximo exponente en el mundo del tango.
Aunque se manejan varias fechas de su nacimiento, la única que coincide es la de su muerte, el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, luego de que se estrellara el avión en el que viajaba.
Alrededor del compositor y cantante hay un sinfín de anécdotas, pero ninguna como la de su grabación del éxito Madreselva.
Carlos Gardel se encontraba en el estudio grabando cuando se dieron cuenta de que no funcionaba la ventilación ni tenían forma de solucionarlo en el momento. Detener la grabación o posponerla no era opción, por lo que había que seguir grabando sí o sí.
Con el fin de no entorpecer lo agendado ni de interrumpirlo, el exitoso cantante de tango optó por solicitarle a los presentes que le permitieran desvestirse, pues no soportaba el calor.
Así que ya sofocado y con la autorización de las personas que le acompañaban, Gardel se desnudó. Los zapatos y los lentes eran las únicas 'prendas' que el naturalizado argentino poseía, por lo que así continuó con su grabación hasta acabarla.
El dulce de membrillo
Carlos Gardel era único; además de su fama y éxito por sus interpretaciones de tangos, la gente lo asociaba con una persona amigable y bromista.
En una ocasión un niño le preguntó por su peinado, el cual era inamovible. Gardel le confesó que usaba dulce de membrillo y le pidió que no compartiera el secreto. El pequeño comenzó a seguir el consejo del artista, hasta que se dio cuenta de que no era una gran idea, pues las moscas lo seguían a todos lados. Dejó de hacerlo.