Salma Hayek contó su aterradora vivencia cuando contrajo coronavirus el año pasado del cual estuvo a punto de morir y aún no termina de recuperarse.
La actriz no había querido desvelar que contrajo el coronavirus el año pasado, experimentó síntomas muy fuertes y, en un momento dado, tuvo que administrarle oxígeno debido a lo mucho que le costaba respirar.
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Tuvo que pasar siete semanas aislada en una habitación de su residencia familiar en Londres para no contagiar a su marido François-Henri Pinault de 58 años y a su hija Valentina de 13 años.
Cuando la mexicana vio que su situación empeoró, pensó lo peor de su vida, tanto que llegó a temer por su vida, pero aun así ella se negó en todo momento a que la ingresaran.
'Mi médico me rogó que fuera al hospital porque estaba muy mal. Le dije: 'No, gracias. Prefiero morir en casa'', reveló en una entrevista a la revista Variety.
Durante el período de aislamiento, la intérprete de “Frida” confianza que pasó su tiempo en soledad y no podía ver a nadie, solo en la compañia de Kering, su búho de color blanco, al que rescató tras ver un anuncio que buscaba familias de acogida para estos animales.
Durante ese tiempo el ave y ella se volvieron inseparables, desde entonces, el pájaro duerme en la misma habitación que Salma Hayek cada vez que François-Henri Pinault se encuentra de viaje.
La productora mexicana aseguró que fue víctima del virus en los primeros tiempos de la pandemia, y aunque volvió a trabajar en abril, aún no ha recuperado todas sus fuerzas.
Hayek comentó que su trabajo en abril pasado le ofreció la oportunidad de retornar a sus actividades en el film "House of Gucci", en el cual participan en los papeles principales Alan Driver y Lady Gaga.
"No fue por mucho tiempo. Fue fácil; el trabajo perfecto justo para el retorno a la labor. A cierta altura empecé a hacer (encuentros virtuales) con Zoom, pero solo podía hacer algunos porque quedaba tan cansada". expresó Salma Hayek