Tras las recientes acusaciones que se han realizado en contra de la reconocida conductora de Televisa, Galilea Montijo en donde supuestamente la presentadora del programa “Hoy” sostuvo una relación romántica con Arturo Beltrán Leyva (Conocido como “El Barbas”)
“Pido y de verdad les suplico que ya paren los ataques a mi persona a lo largo de tantos años, y ya no hablaré de este tema ni de ningún tema relacionado a cualquier escándalo, espero que lo entiendan ustedes.” declaró entre lágrimas y sollozos en su cuenta de Instagram
Fue a través de su cuenta en Instagram donde la presentadora se desahogo con sus seguidores argumentando que estos ataque se han desencadenado después de que el periodista Anabel Hernandez anunciara a la venta su próximo libro “Emma y otras señoras del narco”
Niega relación con la familia Puga - Gómez
La famosa presentadora entre lágrimas y sollozos pide empatía a los medios asegurando a los medios de comunicación que las acusaciones en su contra carecen de pruebas y solamente son rumores falsos en su contra, por lo que llama a los medios por que paren los ataques y difamaciones en contra de ella y de sus seres más cercanos .
No tengo ni he tenido ninguna relación indebida y mucho menos de negocios con la familia Puga Gómez", indicó Galilea Montijo.
Ademas de que Montijo aprovechó el espacio para deslindarse por completo de la relación con Inés Gómez Mont y la familia Puga -Gomez . Así como también alzó la voz al defender la imagen de su esposo, Fernando Reina Iglesias quien supuestamente tiene lazos con la familia antes mencionada.
"Mi esposo nunca ha sido suplente del diputado Tonathiuh González en el Congreso de la Ciudad de México ni en ningún otro Congreso. Mi esposo dejó de laborar en el Ayuntamiento de Atizapán porque decidió emprender nuevos retos profesionales".
Para concluir, Galilea se disculpa por el estado de llanto en el que se ha expuesto al público y explica que en lo consiguiente llevará un proceso legal del cual no dará más explicaciones además de que continuará trabajando y llevando una vida normal, pues no tiene nada de qué esconderse.