El miedo por contagiarse del coronavirus provocó que la cantante Katy Perry tomara la difícil decisión de suspender su boda que estaba programada para llevarse a cabo en Japón, justo después de haber anunciado su embarazo.
La boda entre la cantante y el actor Orlando Bloom tenía contemplado tener la presencia de al menos 150 invitados, sin embargo esto ya será posible, ya que ambos decidieron no poner en riesgo a sus amigos y familiares debido a la propagación de Covid-19.
Aunque Perry ha asegurado en medios de comunicación que su embarazo fue totalmente planeado y tenía la ilusión por llegar a altar luciendo su pancita, prefirió no correr riegos ante el aumento de personas afectadas por el coronavirus.
Fue en una entrevista con la radiodifusora Sirius XM, donde la cantante aseguró que su embarazo y su debut en la maternidad estaban perfectamente planeados y que no significó sorpresa alguna.
Fue la revista People quien ha informado sobre la suspensión del enlace entre Perry y Bloom, asegurando que los novios no quieren correr ningún riesgo ante el inminente peligro por la propagación del virus.