Hoy no es cualquier día, el 1 de agosto del 2024 quedará enmarcado con letras de oro en la historia de Laredo, Texas, y Nuevo Laredo, Tamaulipas, Jennifer “La Traviesa” Lozano sube al ring de París para cumplir su promesa, esa que a su abuela le hizo de llegar a las Olimpiadas y avanzar en busca de una medalla.
Hoy, dos naciones, dos pueblos se unen en un mismo sentimiento, a través de redes sociales, por aplicaciones, en restaurantes, centros y todos están con la ilusión que al sonar la campanada la laredense de 21 años y con orígenes de Nuevo Laredo salga a demostrar que está para alcanzar la gloria.
Como pocas veces, una atleta es capaz de hacer que dos pueblos tengan fe en ella, ambos lados de la frontera de Estados Unidos y México sueñan con verla levantar el brazo y decir lo logré.
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Hoy, a las 9:02 de la mañana se medirá ante la finlandesa P. Kaivo-oja en los Octavos de Final de Boxeo Femenil en la Categoría de 50 kilogramos y en caso de obtener el triunfo, su siguiente pelea será el sábado 3 de agosto.
Hoy no se trata que si es de Laredo, que representa a Estados Unidos, pues para la afición es una joven con sueños y aspiraciones que representa a la juventud no sólo del lado norteamericano, es la esperanza de los mexicanos también, porque su familia es mexicana y porque su apellido así lo reitera.
Pocas veces se ha visto tanta expectación por una peleadora, capaz de ilusionar a millones en dos países, capaz de hacer que hoy, todo sean buenas vibras. La joven sabe el peso que carga y lo asume con responsabilidad. Su potencia y poder en Panamericanos demostraron que hoy, hoy se vale soñar.
En México y Estados Unidos quieren ver a “La Traviesa” cumplir con sus promesas, que no solamente son para su abuelita, sino para su familia en general, sus amigos, sus maestros, sus entrenadores y también para aquellos que le hacían bullying y que la orillaron a una disciplina, el boxeo, ese deporte que hoy le ha dado la oportunidad de ser la primera neolaredense de estar en unos Juegos Olímpicos.