Los pronósticos se cumplieron, el mejor equipo de la temporada se coronó en la NBA de forma categórica y sin discusión. Los Celtics de Boston doblegaron 106-88 a los Mavericks de Dallas, ganando 4-1 las Finales de la NBA, coronando un año de ensueño, en donde culminaron con récord de 64-18 en la campaña y 16-3 en los playoffs.
No fue suficiente
El quinteto texano despertó en el cuarto desafío de la serie, obligando a un quinto en donde parecía que llegaba con los ánimos renovados, pero la presión no los dejó desplegar el juego que los llevó a eliminar a Clippers, Thunder y Timberwolves.
Tatum fue el héroe
Jayson Tatum fue la bujía de los ahora monarcas con una actuación memorable (31 puntos, 11 asistencias y 8 rebotes), apoyado por Jaylen Brown y Jrue Holiday, que aportaron 21 y 15 unidades de forma respectiva.
Por el otro lado, el esloveno Luka Doncic brilló individualmente con 28 puntos y 12 asistencias, pero, como en toda la serie, no tuvo el apoyo necesario de sus compañeros.
Son 18 campeonatos
Este es el título número 18 en la historia de la franquicia de los Celtics de Boston, quebrando el empate en 17 con otro equipo histórico como son los Lakers de Los Ángeles.
Dallas luchó hasta el final, en busca de su segundo título (el primero fue en 2011 superando 4-1 al Heat de Miami), pero jamás pudieron estar a la altura de un digno campeón celta, que tiene la mesa puesta para convertirse en una dinastía.