Los frentes fríos en México por lo general son enormes masas de aire gélido que vienen desde Canadá, atraviesan Estados Unidos y cruzan nuestra frontera haciendo descender la temperatura hasta valores cercanos al punto de congelación o por debajo del mismo; en nuestro país comienzan a partir de septiembre y acaban hasta alrededor de mayo del año siguiente.
Como el aire frío es más denso que el caliente, se posiciona por debajo del aire cálido, que se eleva.
En dado caso que haya suficiente humedad en el aire en ese momento, las nubes y tormentas eléctricas se incrementan de forma muy notoria.
Mientras el frente frío pasa por una región, el viento cambia de dirección y la temperatura del aire se desploma.
Suele pasar que los frentes fríos estén acompañados de zonas de baja presión, por lo que el viento sopla en sentido contrario a las manecillas del reloj (como si se estuviera viendo un gran reloj desde el cielo) alrededor del área de baja presión del hemisferio norte.
La dirección del viento antes del paso del frente frío, de acuerdo a la Conagua y sus diversas páginas oficiales es del sur, con temperaturas calientes, pero cambia cuando este viento choca con la masa gélida proveniente del norte del continente americano.