Luis es un niño pequeño. Su escasa alimentación hace que parezca de 6 años, aunque ya tiene 9, casi 10. Lleva una sonrisa en el rostro, pues ya se acerca el Día del Niño y casi siempre hay personas que visitan su pobre colonia y llevan juguetes, jugos y hasta pizza, y a veces incluso se echan una “cascarita” con su muy desinflada pelota.
Con su rostro cubierto del polvo que el viento levanta de las calles sin pavimentar y de los patios de sus casas de madera, lámina y cartón que carecen de árboles, de plantas o césped… con tan poca agua disponible, ¿cómo podría ser diferente? A Luis no le importa la pobreza que reina en su casa, en su colonia.
Él es millonario en ilusiones, vive de pequeñas cosas, de ilusiones que son fáciles de convertirse en realidad cuando aparecen personas que gran corazón.
Su padre, José, ayudante de albañil y a veces limpiador de terrenos baldíos, comentó la noche del miércoles que en la Arena Kilowatts, que está allá en la colonia Del Maestro, habrá mañana una función de lucha libre. “¿Vamos a ir?”, preguntó Luis a su padre.
“Ay, m’ijo… ¿Pos con qué?... Son 100 pesos y, si eres niño, como tú, puedes llevar un juguete. Pero nosotros no tenemos ni una, ni la otra cosa”, le respondió su padre. La desilusión de Luis desapareció tan pronto como supo que esos juguetes y el dinero que se reúna serán para comprar deliciosa pizza, otro tipo de comida, jugos y otros refrescos y muchos más regalos que llevarán a las colonias más pobres de Nuevo Laredo para entregarlos a niñas y niños.
“Seguro me traerán un juguete... ¡y pizza!”, se dice Luis mentalmente. Su afirmación se agiganta cuando recuerda que el año pasado muchas personas llegaron cerca de su pobre casa con muchísimos regalos y comida.
“¿De qué te ríes, Chaparro?”, le pregunta Marcelo, un adolescente que suele jugar futbol con Luis y otros amiguitos en el terreno “pelón” que está a media cuadra del pequeño caserío de lámina, tablas viejas y cartón.
El niño no contesta, se limita a limpiarse la nariz con la manga de su camisa llena de la tierra. Mientras, Eunice D. Saldaña, de la Asociación Unidos Hacemos Más, se reúne con otras mujeres y hombres para organizarse para la función de lucha libre que les hará Promociones Espinosa en la Arena Kilowatts, en 2 de Abril 7739, en la colonia Del Maestro, mañana a las 8:30 de la noche. Esperan mucha respuesta, pues representa multiplicar las sonrisas de niños como Luis.
No es su única acción. A través de las redes sociales piden a diario a la ciudadanía que apoye a niños como Luis, que les ayuden a llevarle un plato de comida, un trozo de pizza y, sobre todo, un poco de esperanza.
También organizan rifas, bingos y otras actividades durante todo el año. Su esfuerzo ha sido premiado muchas veces con sonrisas, con la satisfacción de ver a familias completas tener un poco de sustento extra para enfrentar su pobreza. ¿Quiere ay udarles? Están en Facebook como Unidos Hacemos Más. No hace falta mucho dinero ni esfuerzo para hacer feliz a un niño.