Uno de los peleadores más importantes del box fue sin duda Óscar de la Hoya, quien puede presumir que en toda su carrera se llevó una victoria contra el gran campeón mexicano Julio César Chávez gracias a la intervención de un personaje importante y pese a las amenazas del narco.
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La historia pugilística mexicana está marcada con las hazañas del tres veces campeón en diferentes divisiones de peso Julio César Chávez González, quien fue incluso considerado por la revista The Ring como el mejor boxeador del mundo, libra por libra, de 1990 a 1993.
A pesar de la extraordinaria trayectoria, el boxeador también tuvo sus tropiezos, y uno de los más sonados fue hecho por el entonces Golden Boy Óscar de la Hoya en su pelea realizada en 1996.
Para este momento, César no pasaba por su mejor momento, perdiendo su invicto contra Frankie Randall y consumiendo drogas.
Todo un caso contrario era de la Hoya, quien ya había conseguido una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. En ese momento de invencibilidad, aceptó el desafío de enfrentarse al gran Chávez, entrenando duro para la pelea estelar.
Según confesó en el podcast Un round más, llevaba alrededor de tres meses preparándose física y mentalmente para el encuentro, contando con un arma secreta.
¿Quién fue la pieza clave de la victoria?
De acuerdo a su testimonio en el medio, fue gracias a las instrucciones de Jesús Choláin Rivero, mejor conocido como el Profesor, que pudo hacerse de la victoria contra Julio César Chávez.
"Si no me entrena Choláin Rivero, yo pierdo con Chávez porque yo era boxeador-peleador; me gustaba pelear, pero también boxear fino. Ahora hay puros pendejos que no saben darle instrucciones a los boxeadores”, comentó Óscar de la Hoya.
El enfrentamiento fue una gran clase magistral de boxeo, e indirectamente un choque de generaciones y estilos. Lamentablemente solo duró cuatro rounds, debido a un profundo corte causado en la ceja del campeón por parte de de la Hoya. En la entrevista, de hecho, confesó que para el segundo asalto ya se encontraba con las piernas "hechas gelatina" por los poderosos intercambios de golpes.
Amenazas del narcotráfico
También reveló que, previo a la pelea disputada el 7 de junio de 1996, recibió amenazas del crimen organizado mexicano para no ganarle a Julio César, sobre todo por la importancia nacional en el deporte.
"Los cárteles (de la droga), por Chávez, por la importancia que tuvo, fueron a mi campo de entrenamiento en Big Beard y me amenazaron, que si yo ganaba, quién sabe qué hubiera pasado, así que imagina la presión... simplemente fue una locura. Esa noche (la noche de la pelea) yo estaba más concentrado que nunca en mi vida", detalló De la Hoya en entrevista con Yahoo Sports.
A pesar del hecho, de incluso haber sido censurado presuntamente por el gobierno de Ernesto Zedillo para no llevar el escudo nacional, la pelea finalmente se celebró, dándole la victoria técnica al pugilista.
"Fue una de las noches más eléctricas de la historia del boxeo. La pasión de los aficionados latinos a la pelea que estaban ahí para ver a su leyenda contra la estrella emergente que no solo era latina, sino que también tenía un enorme atractivo para el joven público estadounidense”, afirmó en ese entonces Mark Taffet, vicepresidente de HBO Sports, a Los Angeles Times.