El organismo rector mundial de la natación, FINA, votó para restringir la participación de atletas transgénero en competencias femeninas de élite y se comprometió a crear un grupo de trabajo para establecer una categoría "abierta" para ellas.
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Los derechos de las personas transgénero se han convertido en un importante tema de conversación, ya que los deportes buscan equilibrar la inclusión y garantizar que no haya una ventaja injusta.
Atletas transgénero en competencias femeninas
El presidente Husain Al-Musallam dijo en un congreso extraordinario de su organización, International Swimming Federación
“Tenemos que proteger los derechos de nuestros atletas a competir, pero también tenemos que proteger la equidad competitiva en nuestros eventos, especialmente en la categoría femenina en las competencias de la FINA”.
Agregó:
“FINA siempre dará la bienvenida a todos los atletas. La creación de una categoría abierta significará que todo el mundo tiene la oportunidad de competir en un nivel de élite. Esto no se ha hecho antes, por lo que FINA deberá liderar el camino. Quiero que todos los atletas se sientan incluidos para poder desarrollar ideas durante este proceso”.
La decisión, la más estricta de cualquier organismo deportivo olímpico, se tomó durante el congreso general extraordinario de la FINA después de que los miembros escucharan un informe de un grupo de trabajo transgénero compuesto por destacadas figuras médicas, legales y deportivas.
La nueva política de elegibilidad para las competencias de la FINA establece que los atletas transgénero de hombre a mujer son elegibles para competir solo si "pueden establecer, a satisfacción de la FINA, que no han experimentado ninguna parte de la pubertad masculina más allá de la Etapa 2 de Tanner (de la pubertad) o antes". 12 años, lo que ocurra más tarde”.
La política fue aprobada con una mayoría de aproximadamente el 71 por ciento después de que se presentó a los miembros de 152 federaciones nacionales con derecho a voto que se habían reunido para el congreso en el Puskas Arena en Budapest, Hungría.
“No quiero que se le diga a ningún atleta que no puede competir al más alto nivel. Crearé un grupo de trabajo para establecer una categoría abierta en nuestros encuentros. Seremos la primera federación en hacer eso”.
La votación se produjo después de que los miembros escucharan presentaciones de tres grupos de especialistas (un grupo de atletas, un grupo de ciencia y medicina y un grupo legal y de derechos humanos) que habían estado trabajando juntos para formar la política siguiendo las recomendaciones dadas por el Comité Olímpico Internacional en noviembre pasado.
La nueva política de FINA también abre la elegibilidad a aquellos que tienen "insensibilidad total a los andrógenos y, por lo tanto, no pudieron experimentar la pubertad masculina".
Los nadadores también pueden competir en carreras femeninas si han tenido “supresión de la pubertad masculina a partir de la etapa 2 de Tanner o antes de los 12 años, lo que ocurra más tarde, y desde entonces han mantenido continuamente sus niveles de testosterona en suero (o plasma) por debajo de 2,5 nmol/ L.
Los atletas transgénero de mujer a hombre (hombres transgénero) son totalmente elegibles para competir en las competencias de natación masculina.
No se han realizado suficientes estudios
Los defensores de la inclusión transgénero argumentan que aún no se han realizado suficientes estudios sobre el impacto de la transición en el rendimiento físico, y que los atletas de élite a menudo son atípicos físicos en cualquier caso.
El debate se intensificó después de que la nadadora de la Universidad de Pensilvania, Lia Thomas, se convirtiera en la primera campeona transgénero de la NCAA en la historia de la División I después de ganar el estilo libre femenino de 500 yardas (457,2 m) en los Estados Unidos a principios de este año.
Aún se espera la postura de las atletas transgénero en competencias femeninas que quedaron fuera de las competencias.