Canadá se unió a Australia, Gran Bretaña y Estados Unidos en un boicot contra los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 el miércoles, y China calificó los boicots como "postura política" y una campaña de difamación.
Te podría interesar
Estados Unidos fue el primero en anunciar el boicot esta semana y dijo el lunes que los funcionarios de su gobierno no asistirían a los Juegos Olímpicos de Beijing en febrero debido a las "atrocidades" de derechos humanos de China, semanas después de conversaciones destinadas a aliviar las tensas relaciones entre las dos economías más grandes del mundo.
Boicot contra los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022
China dijo el martes que Estados Unidos "pagaría un precio" por su decisión y advirtió sobre las contramedidas, pero no dio detalles. El Comité Olímpico Internacional (COI) intentó restar importancia al creciente boicot diplomático.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que Pekín estaría al tanto de las preocupaciones occidentales sobre los derechos humanos en China.
"No debería sorprendernos que hayamos decidido no enviar representación diplomática".
La decisión de Trudeau agregará tensión a una relación ya tensa por la detención de la directora financiera de Huawei Technologies Co Ltd, Meng Wanzhou, en una orden de los Estados Unidos.
Meng había estado bajo arresto domiciliario en Vancouver, donde había luchó contra la extradición a los Estados Unidos durante casi tres años por cargos de fraude bancario. Fue puesta en libertad y devuelta a China en septiembre.
Dos canadienses, Michael Kovrig y Michael Spavor, fueron arrestados por Beijing poco después de la detención de Meng en 2018. También fueron liberados en septiembre.
Casi mientras Trudeau hablaba, el presidente del COI, Thomas Bach, dijo que el Comité siempre se había preocupado por la participación de los atletas en los Juegos Olímpicos.
Así que "damos la bienvenida al apoyo a sus equipos olímpicos que todos estos gobiernos han estado enfatizando", dijo en una conferencia de prensa en video. "Esto les da certeza a los atletas y de eso se trata el COI".
Cuando se le preguntó anteriormente en el parlamento si su país seguiría el ejemplo de Washington, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo: "Habrá efectivamente un boicot diplomático de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing, no se espera que asistan ministros ni funcionarios".
“No creo que los boicots deportivos sean sensatos y esa sigue siendo la política del gobierno”, agregó, indicando que los atletas británicos seguirán compitiendo.
China dijo que no había invitado a funcionarios británicos.
Un portavoz de la embajada china en Londres dijo:
"El gobierno chino no ha invitado a ministros del gobierno ni a funcionarios del Reino Unido a asistir a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing":
"Convertir la presencia de funcionarios del gobierno en un problema en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing es, en esencia, una campaña de difamación política".
Anteriormente, el primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo que su decisión se produjo debido a las luchas de Australia por reabrir los canales diplomáticos con China para discutir presuntos abusos de derechos humanos en la región occidental de Xinjiang y las medidas de Beijing contra las importaciones australianas.
Al anunciar los planes, Morrison dijo que Beijing no había respondido a varias cuestiones planteadas por Canberra, incluidas las acusaciones de abuso de derechos.
China ha negado cualquier irregularidad en Xinjiang y dijo que las acusaciones son fabricadas.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, dijo en una sesión informativa diaria en Beijing que los políticos australianos estaban involucrados en "posturas políticas".
Para finalizar sus posturas del boicot contra los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 el político chino agragó: “Vengan o no, a nadie le importa”, finalizó.