Con un nivel altísimo, muy agresivo, sólido y concentrado, Rafael Nadal dio otro paso muy firme y avanzó a la final del Abierto de Austtralia. El N°2 del mundo, campeón en Melbourne hace 10 años, derrotó al ascendente Stefanos Tsitsipas, quien dejó en el camino a Roger Federer en octavos de final, con una autoridad tremenda en la primera semi.
El español, dueño de 17 títulos en los Majors, la segunda mejor marca, a tres del récord del suizo, regresó al circuito tras más de cuatro meses, debido a problemas físicos. Y lo está haciendo impecable: ahora venció al griego por 6-2, 6-4 y 6-0 y se instaló en la finalísima del primer Grand Slam de 2019 sin perder un solo set.
Siendo muy preciso, con agresividad y apoyado en su gran defensa, Nadal se está soltando más. Muestra, además, la versión de un saque mejorado, lo que le otorga un plus a su juego tan firme desde la base. Así fue como frenó todo intento de Tsitsipas, de 20 años, de dar otro gran golpe, en su primera semifinal en un Major.
En nada influyó la arremetida del griego, actual N°15 del ranking ATP, quien llegaba muy suelto, confiado, con su estilo completo y variado, con un revés impecable, porque el zurdo de Manacor resultó infranqueable. Intentó el joven aunque se encontró con un Rafa muy prendido y que lanzó tiros tremendos, como algunas devoluciones que le pusieron un freno enorme a la ilusión de una de las grandes sensaciones del circuito.
Nadal, en su semifinal N°30 en los Grand Slam, se deshizo sin problemas de Tsitsipas, dejando el duelo personal en 3-0, con todos los sets ganados. Este fue el primer duelo entre ambos en un Major, después de las finales del año pasado en la arcilla de Barcelona y en la cancha dura del Masters 1000 de Canadá, similar a este de Melbourne Park.
Así, el español avanzó a la final N°25 en los Majors, quinta en Australia, para quedar a cinco del récord histórico, en poder de Federer. Y en busca de su 18° Grand Slam en singles,bien puede tener enfrente el domingo a Novak Djokovic, quien lo desplazó de la cima del ranking ATP a fines de 2018, por una combinación entre la gran recuperación del serbio y el parate del español por lesión.
El viernes, Djokovic, uno de los dueños de la marca tope de seis coronas en el Abierto de Australia, juega la otra semifinal frente al francés Lucas Pouille, otro debutante en semifinal de un Major, como el caso del griego. Otro choque con favorito indiscutido, ya con muchísima gente palpitando otra posible finalísima.