Con el inicio del mes de septiembre, se abre un periodo lleno de celebraciones y eventos sociales que se extienden hasta el final del año. Este período festivo incluye una serie de festividades como el Día de la Independencia, Halloween, Acción de Gracias, Navidad y el Año Nuevo. Estas fechas suelen ir acompañadas de reuniones familiares, fiestas con amigos y eventos comunitarios, en los cuales las bebidas refrescantes y alcohólicas juegan un papel destacado.
Según la Encuesta Mitofsky
Según la Encuesta Mitofsky 2023, la cerveza reina como la bebida alcohólica favorita en México. ¡Con un impresionante 87% de los encuestados prefiriendo esta sobre otros licores, no hay duda de que la cerveza es la estrella de las celebraciones y reuniones sociales en el país!
Azúcares en la cerveza
La cerveza no tiene azúcar añadida, pero sí contiene azúcares naturales, y aquí está el truco: estos azúcares provienen de su proceso de elaboración. Los cereales (como la cebada, trigo, maíz, arroz, centeno o avena) se convierten en glucosa y maltosa durante la producción, y esos azúcares naturales son lo que alimenta a las levaduras para crear esa deliciosa fermentación burbujeante que amamos.
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Azúcares en los refrescos
Los refrescos son los campeones del azúcar añadido. Mientras que la cerveza tiene hasta 4 gramos de azúcar por cada 100 ml, un refresco puede llegar a tener hasta 10 gramos por cada 100 ml. ¡Es como si el refresco estuviera tratando de ganar un premio en la categoría de "Bebida más dulce".
Mayo Clinic señala que el consumo excesivo de cerveza y otras bebidas alcohólicas se relaciona con el desarrollo de enfermedades hepáticas y cardiovasculares. Desde luego, también existe el riesgo de generar una dependencia o adicción en el consumo.
Con moderación, tiene sus beneficios
Beber cerveza en cantidades moderadas podría traernos algunos beneficios, entre ellos, nivelar el azúcar en la sangre, fortalece los huesos, mantiene la salud de la piel y el cabello.
La cerveza tiene algo de azúcar, pero no es tan dulce como un refresco cargado de jarabe de maíz y edulcorantes. Sin embargo, tanto una bebida como la otra deberían disfrutarse con moderación. El consumo excesivo de cualquiera de ellas puede sumar muchas calorías: una lata de cerveza de 355 ml aporta unas 153 calorías, mientras que un vaso de refresco puede ir de 125 a 180 calorías. ¡Así que, si no quieres que tu cintura empiece a competir con el tamaño de tus festejos, mejor elige con sabiduría!