ANIVERSARIO

Cumple centenario junto a El Mañana

Eleuteria Armendáriz Perales, de la colonia Hipódromo, no sufre hipertensión, diabetes ni ningún achaque, y come de todo, aunque ya le ayudan para caminar

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Envejecer no es juventud perdida , sino una nueva etapa de oportunidad y fuerza, esto lo tiene muy claro Eleuteria Armendáriz Perales, una mujer que este 2024 tuvo la dicha de cumplir 100 años al lado de sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, una familia que atesora momentos imborrables a su lado.

Ella nació un 26 de mayo del 1924, el mismo año que este matutino se publicara por primera vez. La mujer es originaria de la localidad de Jesús María, pertenece al municipio de Matehuala, en San Luis Potosí, pero desde hace más de 60 años llegó a Nuevo Laredo, que la recibió con los brazos abiertos y actualmente reside en la colonia Hipódromo de esta frontera.

Cuando la gracia se combina con las arrugas, resulta adorable, dice el escritor Víctor Hugo, y Eleuteria es un claro ejemplo, una mujer carismática que responde con una broma y una sonrisa cuando le preguntan su edad: "estoy chiquita".

Al pedirle el secreto para llegar a su edad y gozar de buena salud, ella, sin pensarlo, responde que con trabajo, “me metí a trabajar, lavando y planchando, aquí y allá”, comentó orgullosa. Con voz bajita y pausada, pero firme, ella asegura que se siente bien de salud y que para ello come bien y come de todo, “me gustan los nopalitos, la cornisa y el conejo".

"Ella no tiene enfermedades, no tiene diabetes, ni hipertensión, no tiene nada, y sí come de todo, lo que le damos, ella lo come, le gustan los postres y hasta coca cola”, comentó su nieta Yésica Ruiz Salazar. Su familia es grande y cada vez crece más, Eleuteria tuvo seis hijos y ahora cuenta con 12 nietos, 14 bisnietos y 8 tataranietos.

Tuvo dos matrimonios y ahora vive con sus nietas, quienes la atienden y le dan los mejores cuidados. Doña Eleuteria, una de las mujeres más longevas de Nuevo Laredo, solía salir al patio, cuidar sus plantas y alimentar sus pajaritos, ahora necesita ayuda para moverse de su silla, pero mantiene firme y fuerte su ánimo.

"Aquí estoy, no me quiere Diosito todavía, porque soy muy mala”, dijo de nuevo en tono de broma y asegura que estará hasta que Él lo decida