Este santo, una figura importante en casos desesperados, es venerado especialmente el 28 de octubre, cuando los católicos celebran su devoción hacia él.
Para pedirle un milagro a San Judas
La figura de San Judas Tadeo ha cobrado relevancia en situaciones extremas, siendo invocado por quienes enfrentan problemas complejos, desde enfermedades graves hasta crisis económicas y conflictos familiares.
Según el medio religioso Desde la fe, San Judas Tadeo fue uno de los doce apóstoles de Jesús y es conocido también como “el hermano del Señor”, dado que era hijo de María Cleofás, pariente de la Virgen María.
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Aunque se le confunde a veces con Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús, San Judas Tadeo es recordado por su misión de evangelización junto a San Simón en Persia, donde establecieron una comunidad cristiana en Babilonia.
El apodo de “santo de las causas difíciles” se le atribuye especialmente desde la Gran Depresión de 1929, cuando los migrantes europeos acudieron a él buscando esperanza en tiempos de adversidad.
El santo de las causas difíciles
Entre sus devotos, es común solicitar su intercesión para obtener curación, oportunidades laborales, reconciliación familiar, fortaleza en momentos de dolor mental o emocional, e incluso soluciones en problemas legales.
Si desea pedir un milagro a San Judas Tadeo, se recomienda recitar una oración personal donde exprese su necesidad específica, confiando en su auxilio en situaciones que parecen no tener solución.
La oración comienza con palabras de agradecimiento y reconocimiento:
¡Oh Santo Apóstol San Judas, siervo fiel y amigo de Jesús!…
"¡Oh Santo Apóstol San Judas, siervo fiel y amigo de Jesús!, la iglesia te honra e invoca universalmente como el patrón de los casos difíciles y desesperados.
Ruega por mí, estoy solo y sin ayuda y siento gran soledad. Haz uso te imploro, del privilegio especial a ti concedido, de socorrer pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda esperanza.
Ven en mi ayuda en esta gran necesidad, para que pueda recibir el consuelo y socorro del Cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente… (hacer su petición aquí) y para que pueda alabar a Dios contigo y con todos los elegidos por siempre.
Prometo, Glorioso San Judas, nunca olvidarme de este gran favor; honrarte siempre como mi especial y poderoso patrono; y con gran agradecimiento, hacer todo lo que pueda para vivir bien mi fe cristiana ¡Amén!"
Con esta súplica, los fieles esperan consuelo y auxilio divino, prometiendo mantener viva su devoción y agradecimiento hacia este poderoso intercesor.