En la ciudad de Monterrey, un término que lleva años llamando la atención de quienes no son oriundos de la región: “chirigüillo” o “chiriwillo”.
Esta expresión, según los neoloneses, se utiliza de manera despectiva para referirse a personas que no pertenecen a la ciudad, en especial aquellos provenientes de otros estados del centro y sur de México, como San Luis Potosí, Coahuila y Tamaulipas.
El 'chirigüillo' y la cultura regiomontana
Este calificativo denota una supuesta falta de pertenencia geográfica. También es una crítica a la educación y al supuesto comportamiento de un grupo social, quienes, según la percepción popular, tienen un bajo nivel social.
Te podría interesar
La palabra, que algunos residentes de Monterrey usan con desprecio, no se limita a la procedencia foránea, sino que también se asocia con la apariencia física y los modales.
Se refiere comúnmente a personas de tez morena y que, según la opinión de quienes emplean el término, tienen comportamientos considerados "vulgares" o "fuera de lugar" dentro del imaginario cultural regiomontano.
Se les describe, por ejemplo, como individuos que no siguen las normas de conducta social más valoradas, como vestir “adecuadamente” o tener un comportamiento acorde a lo que se espera en la sociedad neoleonesa.
Carga clasista
Lo que resulta inquietante es la carga clasista y discriminatoria que implica esta palabra. Se equipara en muchos casos con el término "naco", que también ha sido utilizado en otras regiones del país para denigrar a quienes no cumplen con ciertos estereotipos socioeconómicos y culturales.
Si bien el origen de “chirigüillo” parece tener raíces en alguna región del centro-sur de México, su uso en Monterrey ha generado reflexión sobre las barreras invisibles que persisten en la sociedad.
A pesar de que en Nuevo León muchos tienen familiares o amigos con características físicas diversas, el término revela una tensión más profunda en torno a la identidad, la educación y la inclusión.