BUENAS COSTUMBRES

Enseña a ahorrar a tus hijos con estos sencillos consejos de la Profeco

Si deseas que tus hijos tengan este hábito, tendrás que enseñarle desde pequeño; te damos unos tips que podrían ayudarle a hacer esta tarea

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No es una mentira que a un gran porcentaje de los adultos se les dificulta ahorrar dinero; seguramente es porque ese hábito no lo tuvieron desde niños, por lo que cada que tienen dinero "de más" no tardan en gastarlo, además de no destinar una parte de su sueldo a guardarlo.

Por ello, la Profeco tratará de darte unos consejos para que logres hacer que tus hijos sí aprendan a cuidar su dinero y a guardarlo; hay algunas formas más divertidas que otras, todo depende de cómo sean ellos y dónde le enseñes a depositarlo.

¡A guardar el domingo!

El "domingo" se refiere a esas monedas o billete que los papás dan a los pequeños el séptimo día de la semana, en el cual se descansa y se pasa en familia.

Ese dinero podría servir como una buena excusa para que, en lugar de que el pequeño lo gasta en frituras u objetos que no le sirven en absoluto, lo echen en algún lugar seguro para luego comprar algo que realmente valga la pena.

Podrías explicarle a tu hijo que si no desea guardarlo todo, podría enviar la mitad o una tercera parte debajo del colchón, adentro de un libro o en una alcancía.

Enseñarles a tener metas

Desde niños, es vital que conozcan los objetivos. Trazarse una meta y cumplirla, es un prueba superada que dejará una gran satisfacción. Por ejemplo, si le dices que por tres meses guarde dinero para juntar 200 peso y así poderse comprar un libro para colorear, una playera o unas sandalias.

Evidentemente, al conseguirlo sabrá que ese esfuerzo de no gastar su dinero como lo podrían hacer sus hermanos o amigos, valdrá la pena.

Incluso si hay un viaje familiar en puerta, podrás aconsejarle que guardar dinero suficiente mientras se llega el momento de viajar servirá para comprar un souvenir, un juguete o para lo que desee comprarse durante el viaje.

Puedes decirle a tus hijos que sus metas deben de ser reales y alcanzables, si les ayudas eligiendo alguna que jamás se cumplirá, la enseñanza no será la adecuada.

¿Cómo organizarlas?

Regálale una libreta y una pluma, para que nunca olvide lo que desea hacer. Puede escribir el objeto o lo que desea adquirir, además de los días y las cantidades en las que está guardando su dinero. Cada centavo cuenta, y más para los niños que apenas están forjando este hábito.

Crear un plan de ahorro

Poner tu meta: ejemplo, quiere comprar unos tenis que cuestan 300 pesos. Entonces si al mes se pone como objetivo juntar 150 pesos al mes, tardará dos meses en comprarlos. O si se pone como meta juntar dinero y comprar un vestido en seis meses, también es válido, siempre y cuando establezca cantidades fijas a reservar.

Meditar por qué y para qué

Si tienen claro que el objetivo que tienen, todo será más sencillo. Ahorrar no es cualquier cosa, necesita de mucha paciencia y determinación. Podrán fallar en la tarea, pero es un hábito que deberán hacer durante mucho tiempo hasta que se haga solo.

No te doblegues a la primera: hay que esperar y sacar a relucir la prudencia.

Comprar una alcancía o hacer una

Hace décadas que se conoce al cerdito como el lugar perfecto para guardar dinero, aunque la gente se haya dado a la tarea de encontrar la forma para abrirlos, sin quebrarlos.

Desde jalar el dinero con pinzas para la ceja, hasta girar la alcancía a ver si pueden caer monedas, hay muchas formas de sacarle dinero a los cochinitos, pero no es la ideal, menos si se pretende que los niños aprendan.

Un consejo: no tomes dinero de ahí aunque no tengas más. Respeta sus lugares de ahorro, respeta su dinero y sus objetivos. Ver que se va juntando cierta cantidad es una gran enseñanza.