Sucedió durante el rodaje de la película Macario producida en 1960 y que catapultaría a la fama sempiterna a Ignacio López Tarso pues dejaría patentizado su gran histrionismo para la actuación.
Esta película está basada en el libro Macario y otros cuentos del autor alemán Bruno Traven en el que trabaja sobre cuestiones en las que pone en relieve a los indígenas mexicanos en contra de adversidades u otros personajes.
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Siempre en sus libros, Bruno Traven, habla de la gran picardía mexicana que tanto caracteriza a los mexicanos en situaciones adversas y de cualquier forma logran salir adelante.
Llevado el libro a la pantalla grande, logró ser nominada a un premio de la Academia de Artes por mejor película extranjera.
Macario, ¿cómo conoció al Diablo?
Forma parte de una de las tramas secundarias de esta película, Macario filmada en la década del 60, y aunque en realidad no era el diablo venido de los infiernos era la representación del demonio dentro de la película.
El Diablo era interpretado por José Gálvez que era un actor colombiano que trabajó en muchas otros películas en territorio mexicano.
¿Cómo fue la escena con el Diablo y Macario?
El sueño de Macario siempre fue comerse un pollo asado por sí mismo y estaba a punto de lograrlo estando solo en medio del bosque, pero por desgracia fue visitado por tres personajes y cada uno es más interesante que el otro.
Los tres visitantes le pidieron que compartiera un poco de pollo con él, pero él se negó en dos ocasiones y con el último no pudo negarse porque era casi imposible decirle que no a esa final visita.
El primer visitante fue Dios y no le convido pollo porque Macario entendió que sería un insulto para el Creador darle tan sólo una pieza de pollo, Dios comprendiendo la humildad de Macario lo dejó solo con su pollo en medio del bosque.
El segundo visitante fue el Diablo y Macario también se negó a darle pollo porque él, podría solamente vendiendo un botón de oro de sus pantalones de charro haberse comprado cien pollos mejores, el Diablo molestó se retiró.
Al tercer visitante no pudo negarle parte del pollo porque era la Muerte y sabiendo, Macario, que la Muerte se lo llevaría no tuvo más remedio que convidarle de su pollo, pero solamente la mitad.