HISTORIAS DE NUEVO LAREDO

Familia neolaredense atesora máquina de coser Singer desde la Revolución Mexicana

Las abuelas suelen tener historias peculiares con sus máquinas de coser, pero quienes tuvieron una Singer con su soporte de madera sabrán lo que representa, como esta familia que la posee desde 1930

Por
Escrito en CULTURA el

¿Recuerdas las máquinas de coser Singer que tenía tu abuelita en algún lugar de su casa y que era uno de sus tesoros más preciados? Pues hay familias que las consideran reliquias y éste es un gran ejemplo de ello.

Raymundo Ríos Mayo es el presidente de la Sociedad Histórica de Nuevo Laredo y cuenta con una de estas “joyas”, una verdadera herencia familiar.

“Un recuerdo de familia que aún conservamos es la máquina de coser marca Singer; la dueña fue mi madre María de Dimas Mayo Aldana; se compró el 1 de diciembre de 1930 en San Antonio, Texas”.

María D. Mayo, Toribio González, Joaquina Aldana y Crescencio Aldana (1926).

Con sus debidos accesorios, dibujos e instructivo para ser utilizada, Ríos Mayo se dio a la tarea de realizar una reseña de la máquina utilizada por su madre, que en aquella época tenía su domicilio en 912 El Paso, St., y mujeres de antaño que amaban estos voluminosos aparatos.

¿Cómo era la máquina?

La máquina con soporte de madera permitía mover la aguja de arriba a abajo impulsada por un pedal, era común para confeccionar, crear su propia ropa y la de la familia; por lo práctico de su uso se convirtió en un accesorio doméstico para realizar las costuras.

Un recuerdo de familia que aún conserva esta familia.

“Mi madre María Dimas Mayo Aldana nació el 26 de marzo de 1903 en Cedral, San Luis Potosí, hija de Joaquina Aldana González y Quirino Mayo, quien falleció cuando mi madre tenía dos años”, contó.

El país vivía momentos difíciles por el movimiento armado de la Revolución Mexicana, propiciando la migración de pobladores a otros lugares.

“Derivado de las primeras batallas de la Revolución Mexicana en el centro del país, mi abuela Joaquina y su pareja Toribio González Pacheco en unión de otros familiares emigraron a ‘Huchichil’ y se establecieron en forma temporal en Saltillo, Coahuila; ahí mi madre asistió poco tiempo a la escuela, donde aprendió a leer y escribir”, recordó.

Joaquina Aldana González y Toribio González Pacheco en Concepción del Oro, Zacatecas en 1910.

En el Norte de México se intensificaron las batallas y el abuelo Toribio, quien trabajaba en las minas de San Luis y en Concepción del Oro, Zacatecas, ingresó al ejército Constitucionalista bajo las órdenes del general Francisco Coss, hecho que le permitió transitar con sus familiares y llegar a Nuevo Laredo.

“Se había internado por Laredo, Texas, el 28 de octubre de 1914 acompañado de mi abuela Joaquina y mi madre con destino a Alice, Texas, donde se habían instalado algunos familiares; en esta emigración formaron parte del grupo Blas Aldana, hermano de mi abuela Joaquina, y su esposa Laureana Mónica”, narró.

'Pase usted a su destino'

Un manifiesto de entrada a Estados Unidos de Norteamérica quedó a nombre de María Dimas Mayo Aldana, de 11 años, bajo el amparo de su madre Joaquina Aldana González y de Toribio González Pacheco el 28 de octubre de 1914 en Laredo, Texas.

“Pasando de Alice, estuvieron en Pearsall y se establecieron en San Antonio, Texas, donde compró la máquina de coser con el número de serie AA417030; la depresión económica que afectó a Estados Unidos de Norteamérica motivó la repatriación de muchas familias y en particular la referente a nuestros ancestros, documentos elaborados el 10 de octubre de 1932 por el Consulado Mexicano a cargo del vice cónsul Tomás Morlet en San Antonio, Texas”, dijo.

En ese mismo documento describió que fue firmado el “Pase Usted a su destino” por el comandante del Resguardo Aduanal Mexicano en la Garita Aduanal mexicana de Nuevo Laredo, Tamaulipas el 17 de octubre de 1932.

“A partir de esta fecha mi familia se ubicó en varios domicilios en la colonia Hidalgo estableciéndose finalmente a partir del 14 de febrero de 1939 en la calle Canales número 5633 entre las avenidas Lampazos hoy Emiliano Zapata al oriente, y Polonia, hoy Plutarco Elías Calles , al poniente”, manifestó el Presidente de la Sociedad Histórica.

Manifiesto de entrada a EU de María Dimas a los 11 años de edad, en 1914.

Con la máquina de coser Singer, María Dimas confeccionó gran parte de la ropa que utilizaban sus hijos, prendas únicas, exclusivas, a la medida y hechas con  amor apara sus hijos.

“En lo personal recuerdo que la tela de los costales donde se vendía en Laredo, Texas, la harina de trigo denominada ‘El Ángel’ se utilizaba en mi casa para la elaboración de las tradicionales tortillas de harina, era parte de las telas que utilizaba para confeccionar camisas”, mencionó.

Factura de compra de máquina de coser Singer de María Dimas el 1 de diciembre de 1930 en San Antonio, Texas.

Al cruzar a la vecina ciudad, María Dimas compraba retazos para comercializar entre las familias de los militares que radicaban en los galerones del Cuartel Militar “Macario Zamora Mauricia y elaborarles algunas piezas de su vestuario familiar.

En 1930, 1940 y 1950, debido al racionamiento de los alimentos y otros productos antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial se hacía rendir todo y se sobrevivía con lo más básico.

“Pretendo reflejar el esfuerzo y sistema de vida de mis familiares para cubrir las necesidades más indispensables, con la máquina Singer se confeccionaron prendas para la todos contribuyendo al gasto familiar, con la Revolución Mexicana, la Recesión Económica de Estados Unidos y la primera Guerra Mundial que afectaron al país”, puntualizó.

Y a ti, ¿qué recuerdos te traen las máquinas de coser Singer?